Mons. Díaz: 'El camino de la cruz es un programa de vida para nosotros'
- 7 de marzo, 2024
- Concepción (Tucumán) (AICA)
El obispo de Concepción expresó que, en este tiempo de Cuaresma, "nos sirve mucho pensar en qué medida yo estoy asumiendo, tomando la cruz que me toca, y con qué actitud lo estoy haciendo".
El obispo de Concepción, monseñor José Díaz, celebró la misa del tercer domingo de Cuaresma y animó, tomando como referencia los textos bíblicos, a transitar esta Cuaresma contemplando la ley de Dios, la cruz y el templo, como lugar sagrado y de encuentro profundo con Dios.
“Concentrémonos en este tiempo de la Cuaresma en examinar de qué modo y en qué medida nosotros cumplimos con la ley de Dios o guardamos en el corazón la ley de Dios para cumplirla”, manifestó el prelado, quien recordó que lo que Dios “nos dice, lo que Dios nos pide, lo que Dios nos indica es una fuente de orientación para nosotros”. “Estaría bueno que, durante la Cuaresma, nosotros la tomemos y la revisemos. La ley es importante y vale la pena que durante este tiempo lo reflexionemos”, subrayó.
Luego, recordó que la cruz “es para nosotros una fuente de sabiduría y de fortaleza. Cuando contemplamos la Cruz no sólo contemplamos a un hombre sufriente, a un hombre que ha entregado su vida, sino el signo del amor, hasta dónde Dios nos ama”.
“Y eso -dijo- hace que nosotros abordemos nuestra vida, no desde la lógica de una sabiduría humana o desde el vacío de buscar signos simplemente, sino desde encontrar el camino de la vida en la cruz. Porque sin cruz no hay resurrección, no hay vida nueva”.
Además aseguró: “El camino de la cruz es un programa de vida para nosotros. En este tiempo de la Cuaresma, nos sirve mucho pensar en qué medida yo estoy asumiendo, tomando la cruz que me toca, y con qué actitud lo estoy haciendo”.
Finalmente, recordando cuando Jesús expulsó a los mercaderes del templo, monseñor Díaz aseveró que “no les hacía referencia a un lugar físico”, sino que “se estaba refiriendo a una relación en espíritu y en verdad. Con lo cual, estamos haciendo referencia a que nuestros espacios sagrados son importantes y los tenemos que respetar y tenemos que tener celo para respetar estos lugares sagrados”.
“No nos tenemos que olvidar que, a lo largo del día, nosotros vivimos en un sinnúmero de lugares, en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo, en el barrio, en la calle, cuando nos encontramos con los otros y somos portadores de la presencia de Dios”, enfatizó para terminar.+