Concepción: la comunidad diocesana también vivió el Tinkunaco
- 4 de enero, 2025
- Concepción (Tucumán) (AICA)
La ceremonia tradicional fue presidida por el obispo José Díaz. Misachicos, encuentro de las imágenes sagradas y intercambio de la Biblia y las llaves de la ciudad con las autoridades civiles.
"Tinkunaco, encuentro con Cristo presente en nuestra Historia", fue el lema de la celebración tradicional e histórica del encuentro de las imágenes de San Nicolás y el Divino Niño Alcalde que presidió monseñor José Antonio Díaz, obispo de Concepción.
La celebración comenzó con la bienvenida de las imágenes al son de los misachicos -genuina expresión de religiosidad popular- que acompañaron a los peregrinos.
Primero se ubicó la imagen de san Francisco Solano. Luego llegó la de san Nicolás, proveniente de la capilla que lleva su nombre, acompañada de una procesión de fieles. Luego arribó la imagen del Divino Niño Alcalde que fue traída desde el barrio Belgrano y también acompañada con una multitud de fieles.
Mientras los misachicos lanzaban al aire sus sones de bombos, redoblantes y flautas; desde la catedral se anunciaba la ceremonia con cánticos y el pastor diocesano esparcía incienso sobre las imágenes.
Entre otras expresiones de fe de los promesantes se invitó a la ceremonia de las tres genuflexiones en las que se reconoció "el Señorío y la fidelidad a Dios".
Luego se hizo el "topamiento", el encuentro de las imágenes religiosas, y el obispo invitó a los fieles a realizar el saludo de la paz.
La Biblia y las llaves
Luego fue el momento culminante de esta ceremonia religiosa e histórica: el intercambio de signos.
Monseñor Díaz entregó una Biblia a la autoridad local, el presidente del Concejo Deliberante Orlando Alberto Russo, con una frase: "Con esta Ley queremos ser gobernados", rememorando lo dicho en aquella gesta del siglo XVI en plena época colonial.
A su vez el jefe de los ediles locales ofrendó las llaves de la ciudad al Niño Alcalde, también en recordación de aquella ocasión en que la autoridad se sometía a los designios del Señor Jesucristo bajo la advocación del Divino Niño Alcalde.
Luego el obispo leyó un fragmento del mensaje del Papa Francisco por la Jornada Mundial de la Paz e hizo referencia a la vivencia del Jubileo de la Esperanza, recientemente iniciado en Roma y en las diócesis del mundo.
Tras el rezo de la oración a María Inmaculada, monseñor Díaz impartió la bendición final.
Al término de la ceremonia, las imágenes fueron ingresadas en la catedral, para ser veneradas por los fieles.+