Mons. Croxatto: 'Resucitó Cristo, mi esperanza'

Un grito profético que el obispo neuquino animó a renovar en esta Pascua. "Que la Pascua nos renueve a todos en la paz, en la alegría y en la esperanza", deseó en su reflexión mensual.

El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, consideró que la Pascua que se acerca es "hora de cruz y de esperanza, acogiendo la invitación a 'ser fieles a nuestra hora', contemplando al Señor y de la mano de María". 

"Esa hora de Jesús, Él la deseó ardientemente, había venido para ella, sin ella no hubiese tenido sentido su vida, esa era la voluntad del Padre y solo así daría la salvación al mundo. Jesús tiembla y siente angustia. Es normal. Él es la vida y se siente estremecimiento ante su muerte. Él es la esperanza y siente cómo la cruz la desbarata. Por eso rezará en el huerto: 'Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz'. Nos hace bien descubrir desde adentro esta actitud humana de Jesús", afirmó citando al beato Eduardo Pironio.

"A nosotros nos toca hacer nuestra esa hora, porque la cruz nos configura con la muerte del Señor, y no hay modo más perfecto de configurarnos con el Señor que hacernos partícipes de sus sufrimientos, para "conocerlo a Él, el poder de su resurrección", profundizó. El obispo neuquino subrayó que "como peregrinos de esperanza en esta Pascua debemos renovar con fuerza el grito profético: 'resucitó Cristo, mi esperanza'. ¡Es verdad! ¡Ha resucitado!", sostuvo.

"Cristo resucitó y vive entre nosotros: 'en la Iglesia, que es su sacramento; en el mundo, como Señor de la historia; en cada uno de nosotros por su Espíritu, que da la vida'", volvió a citar al beato Pironio y concluyó: "Que la Pascua nos renueve a todos en la paz, en la alegría y en la esperanza".+