Mons. Croxatto: "La palabra de Dios hace respirar una verdad escondida"
- 23 de julio, 2020
- Neuquén (AICA)
El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, celebró la misa del 16° domingo durante el año, 19 de julio, en la catedral María Auxiliadora.
El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, celebró la misa del 16° domingo durante el año, 19 de julio, en la catedral María Auxiliadora. En su homilía, se refirió a la parábola del Evangelio de Mateo del trigo y la cizaña y mencionó cómo la vemos reflejada en nuestra realidad actual.
“Los que vivimos en el mundo sabemos que hay trigo y cizaña y nosotros mismos a veces somos trigo, y a veces cizaña”, comenzó diciendo, diferenciando que el trigo viene del Señor y la cizaña del demonio. Haciendo referencia a lo que sucede en nuestra sociedad, mencionó: “Hoy hay mucho enfrentamiento entre ‘buenos y malos’, algo que tanto daño nos hace como país. Esta parábola nos invita a ver que no es ‘todo o nada’, siempre hay trigo y siempre hay cizaña. No se puede ser todo puro sin mezcla de mal”.
Luego hizo alusión a las “falsas verdades” o “fake news” que están en nuestro mundo, “acompañadas por un relativismo, un ‘da lo mismo’ que nos invade. Cosas que se infiltran en nuestro pensamiento. Vivimos en un tiempo en el que el fin parece justificar los medios”, indicó monseñor Croxatto, reflexionando sobre cómo la cizaña fue penetrando en muchas cosas de nuestros días.
Por eso, animó a “estar atentos y vigilantes” y a preguntarnos: “¿Acaso tanta tristeza que hoy vemos y sentimos, no es parte de esta falta de conocimiento de la verdad de Dios en nuestras vidas?”. Y continuó, haciendo referencia al Evangelio de hoy: “Esta palabra de Dios que llega al corazón, me hace respirar porque hay una verdad escondida”.
Más adelante recordó la expresión popular “sembrar cizaña”, que surge a raíz de este Evangelio y significa “meter la discordia, la sospecha, la ironía, ¡qué daño nos hacen! Entorpecen la siembra”, dijo el obispo. “La cizaña cuando entra, se parece mucho al trigo y cuando se mezcla con la harina, la envenena”, agregó monseñor Croxatto. En este sentido, exhortó a la comunidad: “Hay que pedirle al Señor no ser nosotros como la cizaña”.
Analizando las actitudes de los personajes del Evangelio, el obispo de Neuquén indicó: “Los trabajadores quieren arrancar la cizaña. Pero el dueño del campo les dice: ‘No, tranquilos, esperemos al fin de la cosecha’. ¿Cuántas veces nos ha pasado esto? Que por dejarnos llevar por el arrebato de la verdad, por querer sacar el mal, arrancamos el trigo del corazón de muchos”, sostuvo, y agregó: “Qué lindo mirar la paciencia, la espera, la prudencia, ver cuándo y de qué manera es el momento”.
Finalmente, animó: “No arranques, porque hay que cuidar el trigo. Acompañá con una palabra que aliente. A veces nos quedamos en la cizaña y no miramos le trigo. Ahí tenemos que poner nuestra fuerza y nuestra mirada cada día”. Entonces invitó a preguntarse: ¿Arranco el mal o fortalezco el bien? Animémonos a ser trigo: alimento y sostén, con confianza en su fuerza”, y concluyó pidiendo a María “que nos ayude y acompañe”.+