Mons. Colombo explica la forma de tener vida verdadera y dar frutos
- 4 de mayo, 2021
- Mendoza (AICA)
"Paradójicamente el sarmiento se extiende y ramifica permaneciendo unido a la vid y nunca sin ella, lejos o fuera de ella. La relación con Cristo es para nosotros vital", sostuvo Mons. Colombo.
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa del 5° domingo de Pascua en la parroquia San Antonio de Padua, de la ciudad mendocina de Las Heras, donde explicó la relación de cada uno con Dios de un modo pleno y duradero a través de la figura evangélica de la vid.
“Para nuestro paisaje cuyano, esta imagen tiene mucha potencia y nos ayuda a ver con claridad su sentido más hondo: Dios es un Dios de vida. Una vez más escuchamos un ‘yo soy’ de Jesús, que catequísticamente nos permite entrar en la comprensión de su misión entre nosotros”.
El arzobispo mendocino afirmó que entre sus recuerdos más preciados estaba la parra de su casa paterna. “Su presencia acompañó mi niñez y mi adolescencia de un modo único. Sobre todo, la bendición de sus hojas tupidas en el verano, que aseguraba el frescor del atardecer. A su modo fue mi cielo de niño y asistió mis tardes de lector adolescente con su sombra”.
“Jesús es la parra, la vida. Alienta nuestra vida. Ese tronco firme y lleno de nutriente asegura que nosotros, nacidos de él, busquemos hacernos nuestro propio lugar en el mundo, llevando vida a las hojas y a los frutos de nuestras existencias. Nosotros somos esos sarmientos verdes que se disparan de la vid y se hunden y cruzan con otros de su mismo porte y extensión, para establecer el conjunto de una presencia que se sostiene en la fuerza de su nutriente principal”, sostuvo, y completó: “El secreto está en permanecer. Paradójicamente el sarmiento se extiende y ramifica largamente permaneciendo unido a la vid y nunca sin ella, lejos o fuera de ella. La relación con Cristo es para nosotros vital. Estar unidos fuertemente a Él es la garantía de nuestra propia existencia para dar fruto y ser generosos con Él.
“¡Qué hermosas lecturas este domingo! Como Pablo, tocado por el encuentro con Jesucristo al punto de hacerse su testigo y servidor entre los hombres, estamos llamados a creer en Cristo para amar según la medida de ese amor suyo, entregado al precio de la Cruz. Sólo unidos a Él y a su amor, tendremos vida verdadera y daremos mucho fruto”, concluyó.+