Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Colombo: "Dejémonos sorprender por el triunfo de la vida"

  • 18 de abril, 2022
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza presidió la misa pascual en el templo de San Juan Bosco, donde recordó que "la Pascua viene a proclamarnos el triunfo de la vida porque Cristo nos invita a la esperanza".
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“¡Muy feliz Pascua! El Señor cumplió su Palabra. Con su Resurrección, nos regala la certeza de la vida nueva en Él. El poder de las tinieblas y de la muerte fueron vencidos por nuestro Buen Pastor resucitado”, recordó el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, al presidir la misa del Domingo de Pascua de Resurrección en templo de San Juan Bosco, de la capital mendocina.

El arzobispo mendocino destacó la “vida” que subyace en cada una de las expresiones de la Semana Santa, tan hondas de fe. “Sencillas en cuanto a su manifestación, son muy significativas porque ponen de manifiesto: nuestros deseos sinceros de caminar bajo la mirada de Dios, en cercanía fraterna unos de otros”, agregó.

“La alegría nos embarga el corazón. ¡Jesús ha resucitado como lo había prometido! Transitamos estos días de tristeza y dolor por la injusta traición padecida, pero ahora la certeza de la vida nueva nos embarga e invita a celebrar el triunfo de Dios sobre la muerte y el pecado”, subrayó.

Monseñor Colombo insistió en destacar que “el Señor nos regala cada año la oportunidad de dejarnos sorprender por el triunfo de la vida. Aspirar a los bienes e ideales que Él nos comunicó, creer en su Palabra y en todo cuanto nos dijo, es nuestra respuesta a su invitación a ver y creer”.

“En este tiempo post Covid, donde esperábamos distendernos de esa amenaza de muerte permanente, vivimos perplejos la crueldad de una guerra que no ahorra atrocidades. Pascua viene a proclamarnos el triunfo de la vida porque Cristo nos invita a la esperanza. No hay muerte que pueda con Él, ni hay límite humano que el Señor no pueda doblegar y ayudarnos a superar”, aseguró.

“Cristo nuestra Pascua se nos adelanta en el camino de la vida, para anunciar nuestro horizonte de plenitud y de luz, junto a Él. Dejémonos abrazar por esa claridad que todo transparenta y quiere dejar de manifiesto lo mejor de nosotros mismos. No hemos celebrado la Pascua para volver a la atmósfera de traición y negación de la noche del jueves. El discípulo amado y María Magdalena nos indican el camino hacia adelante, para que, como ellos, también nosotros veamos y creamos”, concluyó.+