Mons. Collazuol: "Queremos ser una Iglesia diocesana en salida hacia todos"

Refiriéndose a la "hermosa y exigente" tarea de evangelización, el obispo de Concordia presidió la Asamblea pastoral diocesana, en la que expresó: "La caridad de Cristo nos urge".

La diócesis de Concordia realizó, el sábado 4 de marzo, la Asamblea diocesana de pastoral en la parroquia Nuestra Señora del Valle, a la que asistieron numerosos laicos, consagrados y sacerdotes de la comunidad diocesana y que presidió el obispo local, monseñor Luis Armando Collazuol.

“Quienes estamos congregados en esta Asamblea pastoral hemos recibido el anuncio del Evangelio y hemos creído en él”, consideró el prelado en su mensaje, indicando que “vamos día a día tratando de profundizar, consolidar, alimentar, hacer cada vez más madura nuestra fe”, la cual “procuramos que se traduzca en obras”.

“Pero la fe vivida en la caridad no debe quedar en nosotros”, advirtió y agregó que “el mensaje evangélico no está destinado a un pequeño grupo de iniciados, sino que está destinado a todos”.

A su vez, monseñor Collazuol destacó el deseo de “ser una Iglesia diocesana en salida hacia todos”. “Nuestra misión es irradiar la Buena Noticia, su destino es universal”. “Pero para ello debemos conocer a aquellos a quienes somos enviados, ese universo humano que aguarda, muchas veces sin saberlo, un mensaje de Vida plena y salvación”.

Además de animar a “conocer algo acerca de los destinatarios de la obra misionera de nuestras comunidades y de la nuestra propia, personal”, el prelado explicó que “la tarea evangelizadora necesita conocerlos de un modo particular; cada persona es un ser único, con sus circunstancias, historia y proyectos. Es a cada uno a quien debo y debemos conocer con la mirada del corazón, y esto requiere cercanía”.

“El conocimiento cordial, la escucha y la cercanía nos conducirán con entusiasmo a la misión. No podremos evangelizar desde afuera”, subrayó.

Por eso, alentó “a cada una de nuestras comunidades a vivir la fe con santidad y la misión con entusiasmo y pasión”. “Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo del Señor”, expresó, citando un documento de Aparecida.

“La caridad de Cristo nos urge. Somos conscientes de que ser mejores discípulos y misioneros de Jesucristo es un bien para la Iglesia y un servicio para nuestra sociedad”, reiteró.

“Es particularmente misión de los laicos ser fermento del Reino en todas las realidades humanas. Se trata de conocer los ambientes y las periferias existenciales para discernir su poder e influencia y adoptar una actitud evangélica capaz de ir transformando la realidad”, dijo.

“Como discípulos y misioneros del Señor Jesús, con su luz y con la fuerza del Espíritu Santo, anunciamos el Evangelio como Noticia siempre nueva, para que en él nuestra gente y nuestros pueblos tengan Vida digna y plena, la vida del Reino de Dios”, concluyó.+