Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Collazuol: 'En Jesús aprendemos a ser hijos'

  • 29 de junio, 2023
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
El obispo emérito y administrador apostólico de Concordia reflexionó sobre la paternidad divina y señaló que "lo que realmente hace grande nuestra vida es ser hijos de Dios".
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En su reflexión dominical, el obispo emérito y administrador apostólico de Concordia, monseñor Luis Collazuol, analizó la paternidad de Dios a la luz de las enseñanzas de Jesús.

“Jesús nos habla de su Padre para que lo recibamos también nosotros como hijos. Nos pide una actitud frente a Él, reconocerlo, pero también nos dice cómo es ese Padre respecto a nosotros y nos dice que es un Padre providente, un Padre misericordioso, un Padre que nos cuida, que nos ama, que piensa en nosotros”, sostuvo el prelado.

El obispo de Concordia también invitó a preguntarse cómo somos nosotros frente al Padre, cómo es nuestra relación filial. “Jesús, para alertarnos sobre esto, nos propuso una parábola que todos recordamos”, indicó, recordando la narración del Padre Misericordioso.

“Hay un hijo que se aparta de su padre y malgasta sus dones, hay otro hijo que aparenta quedarse junto a su padre, pero lo hace sin amor. En realidad, esos hijos somos nosotros y, si nos identificamos con ellos, veremos que no hay algo digno en nosotros de ser amado por el Padre, porque nos hemos alejado de Él o porque estamos junto a Él sin amor”, explicó.

Sin embargo, destacó que “el Padre, que nos sigue amando, nos espera para darnos el abrazo e introducirnos a la fiesta. Esto nos estimula a dar esos pasos de conversión”.

“Pero nosotros podríamos completar la parábola sabiendo que hay otro Hijo, que es el que está siempre junto al Padre y que es el que lo ama verdaderamente y administra plenamente bien los bienes de su Padre, y es Jesús”, añadió monseñor Collazuol.

De este modo, destacó que “en Jesús brilla la obediencia y el amor, por eso el Padre envía a su propio Hijo para que en Él aprendamos nosotros también a ser hijos; un Padre que en el Hijo nos muestra su rostro misericordioso”.

“La paternidad de Dios nos hace libres, nos permite descubrir esa inmensidad del bien a la que estamos llamados, nos permite dar los pasos generosos, como los dio Jesús, del servicio, del amor a los hermanos, de la entrega, de la obediencia filial”, animó.

“En Jesús aprendemos a ser hijos y, aprendiendo de Él, recibimos el amor del Padre; por eso, cuando Jesús nos habla de su Padre, nos está hablando de lo que realmente hace grande nuestra vida: ser hijos de Dios”, concluyó.+