Mons. Chávez destacó las marchas por la vida del #28N
- 2 de diciembre, 2020
- Concepción (Tucumán) (AICA)
"No como un gesto para enfrentar a nadie, sino simplemente para clamar por la vida, por la verdad, por la justicia en su auténtico sentido", precisó el obispo de Concepción en su homilía dominical.
El obispo de Concepción, monseñor José Melitón Chávez, presidió la misa del primer domingo de Adviento que se transmite a la provincia de Tucumán a través de Canal 10.
“Aguardar tiempo nuevos significa estar abiertos a la novedad de Dios, que viene a renovar, a cambiar, todas las cosas, a poner las cosas en su lugar, a poner la justicia en su lugar, a hacer brillar la verdad en los espacios de diálogo entre personas e instituciones”, explicó y agregó en relación con el debate legislativo por el aborto: “Espero que esto no vaya sonando en el contexto que vivimos”.
“Hacer que el amor, en su verdadero sentido, esté presente regulando las relaciones familiares, pero a la vez convirtiéndose en amistad social y política”, sostuvo.
El prelado pidió que la paz sea una realidad, esa paz que “es el deseo más profundo de todos los corazones” y advirtió: “El gran peligro es habernos acostumbrado a la vigencia del mal, creer que las divisiones son más importantes que los esfuerzos por la paz y la unidad”.
“Estar despiertos significa estar deseosos de que el Señor venga a nuestra historia de hoy, a esta historia nuestra, de Tucumán, hoy”, subrayó.
Dirigiéndose a los adolescentes y jóvenes de los colegios de la provincia, que participaron especialmente de esta misa virtual, el obispo afirmó: “Ustedes son los que nos tienen que hacer soñar con algo nuevo, a nosotros los adultos, que tenemos la enorme responsabilidad de abrirles el camino a un mundo mejor, despiertos y esperanzados”.
Monseñor Chávez destacó las marchas por la vida del #28N “no como un gesto para enfrentar a nadie, sino simplemente para clamar por la vida, por la verdad, por la justicia en su auténtico sentido”
“¡Que María, la pura y limpia concepción, nos ayude a estar despiertos, a seguir soñando con lo nuevo, con lo mejor; a no acostumbrarnos al mal y a la corrupción, sino ser valientes como ella! Lo suyo fue, simplemente, decirle sí al Señor y Dios hizo todo. Un sí que no fue algo puntual, sino un sí sostenido, constante hasta el fin, hasta la cruz, hasta la resurrección”, concluyó.+