Sábado 19 de abril de 2025

Mons. Carrara visitó y bendijo a los abuelos del Hogar Marín de La Plata

  • 7 de abril, 2025
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo asistió a esa institución que se encuentra bajo el cuidado de las hermanas de la congregación Marta y María y losí animó a ser "misericordiosos como el Señor".
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En el marco de las visitas pastorales por el territorio arquidiocesano, el arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara visitó este sábado 5 de abril el Hogar Marín de la ciudad de La Plata, donde residen ancianos y enfermos al cuidado de las hermanas de la congregación Marta y María.

Invitado por la madre superiora y provincial de esa congregación guatemalteca, hermana Jeannette, el arzobispos saludó y bendijo a las personas y luego presidió la Eucaristía en la capilla, acompañado por los sacerdotes Carlos Herlein y Rogelio del Piero como concelebrantes.

Monseñor Carrara valoró el servicio que las hermanas prestan en ese lugar siendo fieles a su carisma y también resaltó la hermosa capilla.

En su homilía el prelado invitó a mirar el significado y valor que representa la misericordia de Jesús: "Estamos caminando el tiempo de la Cuaresma y estamos preparando el corazón para celebrar la semana más importante de nuestra fe que es la Semana Santa. Allí descubriremos que Jesús nos amó y nos salvó y que nuestra esperanza está en la misericordia de Jesús", expresó.

Centrándose en el evangelio de Juan, que relata el encuentro de Jesús con la mujer sorprendida en adulterio, el arzobispo platense manifestó: "La pregunta de Jesús o la afirmación de Jesús, mejor dicho, 'el que no tenga pecado que arroje la primera piedra', nos mete a todos en la misma comunidad. En la comunidad de los necesitados de la misericordia de Dios, en la comunidad de los necesitados de su perdón".


"Es la misericordia la que fue corriendo las piedras para que no caigamos en cosas malas o terribles. La misericordia no solo nos perdona, sino que hay una misericordia preventiva que nos ayuda a no desbarrancar en la vida", afirmó.

"Por eso -dijo- el Evangelio de hoy es un evangelio para pedir y agradecer", y llamó a "nunca creernos más justos o justas que nadie, nunca andar por la vida señalando con el dedo 'yo soy bueno, ella es mala o yo soy santo y él no lo es, porque allí puede picarnos el bichito de la soberbia".

Sobre el final de sus palabras, el Pastor de la arquidiócesis platense señaló que "hoy nos reconocemos ante Jesús necesitados de su perdón y su misericordia, somos agradecidos de su misericordia y nunca es demasiada la confianza que podamos tener en la misericordia del Salvador".+