Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Canecín a los peregrinos de la Cruz Gil: "Recibir a María de Itatí como propia"

  • 8 de enero, 2019
  • Mercedes (Corrientes) (AICA)
Con el lema "En la Cruz Jesús nos dio a Su Madre", monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya, envió un mensaje a los peregrinos y devotos de la Cruz Gil, que se celebra cada 8 de enero. Los instó a "marcar cada día con el agua bendita la cruz sobre sus cuerpos, familiares, casas y cosas, y saludar al que encuentren en el camino de la vida con un "¡Ave María Purísima, sin pecado concebida!".
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Con motivo de la fiesta popular en honor del "Gauchito Gil", que se celebra cada 8 de enero, monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya, envió un mensaje a los peregrinos y devotos de la Cruz Gil, con el lema "En la Cruz Jesús nos dio a Su Madre".

En la carta, el prelado citó en el Evangelio según San Juan, cuando "el propio Jesús entrega a María como Madre del discípulo amado y en el a todos los hombres-varones y mujeres-de todas las épocas hasta el fin de los tiempos".

De este modo, les propuso hacer el mismo gesto en el templo de la Santísima Cruz, "recibiendo a la Madre de Itatí como propia. De esta manera un peregrino devoto de la Cruz Gil, al regresar, ?debe llevar a la Madre a su casa?", expresó.

A continuación, monseñor Canecín sugirió dos gestos para poner en práctica durante el año: "Marcar cada día con el agua bendita la cruz sobre sus cuerpos, familiares, casas y cosas, y saludar al que encuentren en el camino de la vida con un "¡Ave María Purísima, sin pecado concebida!".



El predio de la Cruz Gil aguarda la llegada de unos 250 mil peregrinos que cada año se acercan a rendir veneración al "Gauchito Gil". Desde anoche, desde las 20:30 hasta esta madrugada cerca de las 6, se trasladó la Cruz Gil desde la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, donde se celebró la misa por los fieles difuntos.+

Texto completo de la carta
A mis hermanos Peregrinos y Devotos de la Cruz Gil
"En la Cruz Jesús nos dio a Su Madre"

Desde que asumí como Padre Obispo (24/9/15) quise acompañarlos en su peregrinar y devoción, con diferentes Cartas Pastorales: "Mira la Cruz, fue por ti, porque te amo" (2016) "Mirando la Cruz, aprendemos a amar a Dios y a los Hermanos" (2017) "La Cruz, camino de los discípulos-misioneros de Jesús" (2018)
Este año deseo estar junto a ustedes reflexionando con este lema: "En la Cruz Jesús nos dio a Su Madre".

Dice la Palabra de Dios: "Junto a la cruz de Jesús, estaban su Madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, al ver a su Madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu Madre.» Y desde aquel momento, el discípulo la recibió como suya." (Jn 19, 25-27).

La Virgen María, siendo la Madre de Jesús, es su mejor discípula. Lo acompañó desde la Anunciación hasta la Cruz ¡La vemos de pie junto a la cruz de su Hijo! La sostenía de pie la fe y la esperanza en la Resurrección. El propio Jesús entrega a María como Madre del discípulo amado y en el a todos los hombres-varones y mujeres-de todas las épocas hasta el fin de los tiempos; y el discípulo, acatando
la indicación de Jesús "la recibió como suya".

Les propongo que cada uno de ustedes, junto a la Cruz, puedan hacer la misma experiencia del discípulo amado, recibiendo a la Madre de Itatí como propia. De esta manera un peregrino devoto de la Cruz Gil, al regresar, "debe llevar a la Madre a su casa".

Les sugiero realizar dos cosas durante el año: marcar cada día con el agua bendita la cruz sobre sus cuerpos, familiares, casas y cosas, y saludar al que encuentren en el camino de la vida con un "¡Ave María Purísima, sin pecado concebida!". Por intercesión de la Virgen de Itatí reciban la bendición de Dios, en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Monseñor Adolfo Canecin