Mons. Canecín anima a prepararse para la celebración en torno a la Cruz Gil
- 5 de enero, 2024
- Mercedes (Corrientes) (AICA)
El obispo aseguró que "son muchos los motivos para agradecer y muchas las situaciones por las cuales rezar e interceder", por lo que invitó a "contemplar, tocar y rezar junto a la Cruz" el 8 de enero.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, difundió una carta pastoral con el título “En la Cruz, encontramos nuestra paz”, con motivo de la preparación, peregrinación y celebración en torno a la Cruz Gil, prevista para el 8 de enero en la ciudad correntina de Mercedes.
“Quiero acompañarlos teniendo presentes varios contextos: las muchas situaciones de guerra, conflicto, violencia, destrucción y muerte, cercanas y distantes; nuestro planeta tierra, casa común de la familia humana, que gimiendo se queja y expresa en el cambio climático, pidiendo ser escuchado, y reclama con urgencia la conversión ecológica; nuestra Patria que, habiendo celebrado los 40 años de democracia, estrena con nuevas autoridades una nueva y desafiante etapa y, con esperanza, nos convoca a todos para salir adelante”, contextualizó.
“Nuestra Iglesia Católica, que camina hacia la segunda etapa del Sínodo sobre la Sinodalidad, Comunión, Misión y Participación, queriendo ser ‘la Iglesia que Cristo soñó al fundarla’; nuestra diócesis de Goya, decidida a seguir andando nomás, guiada por el fruto de la Asamblea del 28 de octubre de 2023, orientaciones pastorales, líneas de acción y el lema ‘Queremos ser esa Iglesia, sencilla y ministerial”, completó.
El obispo goyano recordó que “la fuerte motivación interior, expresión de espiritualidad y devoción a la Cruz, nos mueve a superar distancias y dificultades, con el deseo de caminar juntos para encontrarnos en torno a la Cruz Gil”, y destacó: “Son muchos los motivos para agradecer y muchas las situaciones por las cuales rezar e interceder”.
Monseñor Canecín invitó a “centrar la mirada, la mente y el corazón en la Cruz, y contemplar en ella a Jesús. ¡Él es nuestra Paz! Y supo decirnos: ‘Mi paz les dejo, mi paz les doy. No como la que da el mundo’. Respondiendo así, al anhelo más profundo del corazón humano: la paz”.
“Que, al contemplar, tocar y rezar junto a la Cruz, el Espíritu Santo nos regale la experiencia de un encuentro inédito, profundo, vital y existencial con Jesús, nuestra paz; para que, penetrando todas las fibras de nuestro ser, lo libere, sane y armonice, siendo respuesta eficaz a los deseos y anhelos más íntimos que traemos como peregrinos y devotos”, pidió, y profundizó: “Que impregnados de Jesús-Paz nos transformemos en testigos, constructores e instrumentos de paz”.
El obispo les pidió a los peregrinos prepararse, marcándose la señal de la cruz en la frente con la señal del cristiano y rezando con decisión la Oración por la Paz de San Francisco de Asís.+