Mons. Buenanueva celebró diez años sirviendo a la fe como obispo

"Es lo que he intentado hacer", aseguró el diocesano de San Francisco en una columna en la que comentó el Evangelio dominical. También hizo una reflexión de la primera década de esa misión pastoral.

Monseñor Sergio Buenanueva celebró, el 25 de agosto, sus diez años como obispo de San Francisco con una columna en La Voz de San Justo, el diario local en el que comenta el Evangelio dominical casi desde el inicio de su ministerio episcopal.

“Cuando se es ordenado obispo, mientras se reza la oración de consagración, el Evangelio permanece abierto sobre la cabeza del ordenando”, explicó, y consideró que “es un gesto muy fuerte”, citando las palabras del rito: “Obispo: toda tu vida debe permanecer bajo la Palabra, y ese Evangelio es el que tenés que anunciar”.

“Qué otra cosa podría compartir entonces con ustedes, domingo a domingo, si no la luz que brota del Evangelio de Jesús”, exclamó en su reflexión.

El obispo se definió como “un discípulo de Cristo”, y se manifestó “feliz porque Dios me regaló la gracia de la fe, a través de mis padres y de las diversas comunidades por las que he pasado”. 

“Así, Dios ha realizado en mí lo que Jesús le dice a Simón Pedro: la fe no nació de vos, es fruto de la labor paciente de Dios en tu corazón”, recordó.

“Servir a esa fe es la misión fundamental que tenemos los pastores. Es lo que he intentado hacer en estos diez años”, aseguró.

Monseñor Buenanueva reconoció que “Dios no deja de sorprender”, y señaló: “Yendo de una comunidad a otra, rezando con el pueblo, visitando familias, personas, instituciones o sencillamente manejando con el horizonte infinito de nuestra pampa gringa, Dios sigue alimentando mi fe con el testimonio de hombres y mujeres que viven el Evangelio en las condiciones de cada uno”.

“Es una experiencia inestimable. Por todo esto: ¡muchas gracias!”, concluyó.+