Mons. Braida: 'La Semana Santa es un tiempo para volver nuestra mirada hacia Jesús'
- 4 de abril, 2023
- La Rioja (AICA)
El obispo de La Rioja animó a que este sea un tiempo para imitar al Señor, quien asume su vocación de amar y servir haciendo el bien siempre, aunque por ello tenga que sufrir y dar su vida.
El obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, presidió la misa del Domingo de Ramos en la catedral San Nicolás de Bari, de la que participó un grupo numeroso de fieles.
El prelado recordó que “esta celebración con la que iniciamos la Semana Santa está marcada por la alegría del pueblo, que recibe a Jesús en Jerusalén, y por el sufrimiento de Jesús en su pasión, dejándonos un claro ejemplo de humildad y amor extremo”.
“Hay una alegría en el pueblo, porque el que llega viene de haber manifestado de muchas maneras su amor a las personas, haciendo el bien siempre: sanando, perdonando, enseñando, con gestos de cercanía y bondad permanente para con todos”, dijo, al tiempo que agregó que “Jesús asume ese momento de algarabía con la mayor humildad. Es un rey que viene a la gran ciudad montado en un asno, rodeado del pueblo alegre y esperanzado. Viene a instaurar su Reino de amor, de justicia y de verdadera paz”.
Monseñor Braida manifestó que “Jesús nos invita a ser parte de ese Reino y a recibirlo nuevamente con alegría, dejándonos tocar por su amor de un modo más profundo y, a su vez, asumiendo la misión de compartir ese amor con todas las personas en cada instante de nuestras vidas. Si nos ponemos en la dinámica de ese amor, el Señor nos colma rápidamente con su alegría y su paz”.
Sin embargo, subrayó, “esa alegría se teñirá de sangre cuando el mismo pueblo, alentado por sus dirigentes, pide su muerte. No se puede tolerar tanto bien, tanto amor incondicional, tanta verdad manifestada. Pero esa es la misión de Jesús, el Hijo de Dios, que se hizo uno de nosotros para expresarnos humanamente el amor de Dios”.
El obispo de La Rioja aseveró que “Jesús asume su vocación de amar y servir haciendo el bien siempre, aunque por ello tenga que sufrir y dar su vida. De ese modo, nos indica un camino de vida plena para todos”. “Solo se alcanza la plenitud de la vida en la medida en que asumimos la misión y las responsabilidades que nos tocan, con un profundo amor que nos lleva a deprendernos de nosotros mismos y de todo interés egoísta, para darnos a los demás, buscando su bien, su crecimiento y su desarrollo”, agregó.
En esa sintonía, dijo que es vital que “nos dejemos llenar por la presencia de este Dios que nos ama tanto, hasta sufrir por nosotros. Es vital que nos dispongamos a aceptar y asumir todo sufrimiento que nos viene por buscar, y a hacer el bien”.
“Esta actitud es posible solo desde un vínculo cada día más cercano con Dios, es posible si caminamos junto a otros y si vivimos con un compromiso cada vez mayor nuestras responsabilidades cotidianas”, continuó.
Además, dijo que “quien recibe la misión de ser ministro o consagrado en la Iglesia, debe ser una persona que se deja amar profundamente por Dios para amar a todas las personas con quienes comparte la vida y, sobre todo, a los que son menos amados y cuidados en la sociedad”.
“Quien es llamado a ser dirigente social o político tiene que manifestar este amor de Dios en una entrega incondicional, buscando el bien común de todo el pueblo, asumiendo el sufrimiento por llevar adelante honestamente su misión, ocupándose de velar por el respeto de los derechos de todos, especialmente de los más vulnerables”, exclamó.
Finalmente, el obispo de La Rioja deseó que esta Semana Santa “sea un tiempo para volver decididamente nuestra mirada hacia Jesús, el Dios humilde, que ama tan incondicionalmente, que sufre y da la vida movido por ese amor; un tiempo de profunda reflexión sobre cómo estamos y cómo queremos vivir, y que sea un tiempo para considerar lo que tenemos que cambiar, convertirnos, y lo que tenemos para aportar más generosamente al medio en que vivimos”.+