Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Bitar reclama a los legisladores detener ya la "masacre" del aborto

  • 3 de septiembre, 2021
  • Oberá (Misiones) (AICA)
"¡Replanteen esta ley infame que ha legalizado la pena de muerte para niños inocentes! ¡Sean la voz de miles de seres humanos sacrificados por el abominable crimen del aborto!", les pide el obispo.
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En una carta abierta a los legisladores nacionales, el obispo de Oberá, monseñor Damián Santiago Bitar, cuestionó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada a fines del año pasado en medio de la pandemia, al advertir que, aunque se la llame así, en realidad “es la muerte directa de una persona”.

“Señores legisladores: ¡Detengan esta masacre! ¡Replanteen esta Ley infame que ha legalizado la pena de muerte para niños inocentes! Ustedes representan al pueblo de la Nación Argentina: ¡Sean la voz de miles de seres humanos sacrificados por el abominable crimen del aborto!”, reclamó.

El prelado aseguró que “si las leyes se apartan del bien moral y dejan de tutelar a los más frágiles e indefensos entonces nos obligan a decir que ‘no todo lo legal está bien’”. 

“El aborto es un mal por donde se lo mire. No está bien eliminar una vida inocente e indefensa. Las evidencias sobran. ‘Legal o ilegal, el aborto mata igual’. Por favor, ¡detengan esta masacre!”, concluyó.

Texto de la carta abierta
Mientras mucha tinta corrió en estos días acerca de los carpinchos que “invadieron” la coqueta localidad urbana Nordelta, en el partido de Tigre, y la inmediata advertencia para que nadie se atreva a “tocarlos”, algunos medios del interior se hicieron eco de un nuevo caso de aborto a un niño con seis meses de gestación ocurrido en el Hospital de Tartagal, Salta, amparándose en la Ley de “Interrupción Voluntaria del Embarazo” -IVEaprobada el pasado mes de diciembre por el Congreso Nacional y promulgada con la firma del Sr. Presidente de la Nación Dr. Alberto Fernández. 

Lamentablemente no ha sido el único caso. Ya se cuenta con cifras oficiales que hablan de miles… 

Pero con algo más de prensa se informaron casos como el de Tartagal, en San Juan, en Mendoza, en Río Negro, en Neuquén y en Tucumán, quizá porque en estas “interrupciones del embarazo” -así se llama a lo que es muerte directa de una persona-, los padres de la criaturas pidieron encarecidamente a su pareja -la madre-, y con recurso ante la Justicia, permitir completar el proceso de gestación y luego del nacimiento, asumir la crianza y educación sin generar ninguna obligación civil o económica para la madre. 

Aun así, increíblemente, y al amparo de la Ley que sólo considera válida la decisión de la mujer, con una actitud ciega y encarnizada, no se tuvo en cuenta el “ruego” de los padres y se procedió sin vueltas, pero con “guantes blancos” a la eliminación inmediata de las pequeñas vidas. Eso sí, nadie hablará después de las heridas que quedan por las filosas secuelas que provoca el aborto. Los traumas posaborto ya no serán noticia… Porque es muy cierta la afirmación del Dr. Jérome Lejeune que dice: “es mucho menos pesado tener un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia” y también aquella, constatada por la experiencia de profesionales de la salud y el acompañamiento afectivo y espiritual de millones de personas: “es más fácil sacar un bebé del útero que de la mente y del corazón”. 

Señores Legisladores: ¡Detengan esta masacre! ¡Replanteen esta Ley infame que ha legalizado la pena de muerte para niños inocentes! Ustedes representan al pueblo de la Nación Argentina: ¡Sean la voz de miles de seres humanos sacrificados por el abominable crimen del aborto! Si las leyes se apartan del bien moral y dejan de tutelar a los más frágiles e indefensos entonces nos obligan a decir que “No todo lo legal está bien”. 

El aborto es un mal por donde se lo mire. No está bien eliminar una vida inocente e indefensa. Las evidencias sobran. “Legal o ilegal, el aborto mata igual”. Por favor, ¡detengan esta masacre!.+