Mons. Barbaro visitó El Impenetrable
- 24 de octubre, 2018
- Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)
En la primera quincena de octubre, Monseñor Hugo Barbaro, obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, visitó comunidades de El Impenetrable, algunas a más de 400 kilómetros de la sede diocesana.
En su recorrido se encontró con familias de Comandancia Frías y parajes vecinos. Allí escuchó la labor pastoral que llevan adelante las religiosas de la Congregación Verbo y Víctima, que atienden más de 20 parajes entre el monte y por caminos de tierra, y algunas zonas de difícil acceso. Allí realizan actividades de catequesis, reúnen a los fieles para las celebraciones litúrgicas, visitan a los enfermos y colaboran en tareas comunitarias de promoción humana y social.
En El Sauzalito, sede de la parroquia San Francisco Solano que abarca la mayor parte de El Impenetrable, el obispo se reunió con grupos de aborígenes provenientes de la etnia Wichi. Escuchó las necesidades de los fieles, dialogó con ellos y pudieron celebrar la misa. Desde esa localidad, el párroco, padre Julio Koska, dos consagradas y algunos catequistas atienden los barrios y los parajes que se extienden hasta los límites con las provincias de Salta y Formosa.
En Misión Nueva Pompeya, el obispo pudo interiorizarse de las diversas actividades de educación, promoción de la mujer aborigen y otros emprendimientos sociales que dirigen los Hermanos Maristas y las Religiosas de la Madre Laura. Allí pudo participar de las vísperas de la fiesta patronal de Nuestra Señora del Rosario.
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La comunidad de Fuerte Esperanza también tuvo la visita de monseñor Barbaro. Desde allí se atienden las necesidades materiales y espirituales que presentan los vecinos tanto del pueblo como de los parajes. En diálogo con los agentes de pastoral, con una consagrada y el sacerdote, se programaron itinerarios de formación pastoral y de atención a las necesidades.
Durante los días de recorrido, el obispo pudo impartir el sacramento de la confirmación a numerosos jóvenes. También recorrió algunas instituciones como Centros de Fortalecimiento Familiar y Hospitales, bendijo una capilla en un paraje y felicitó el esfuerzo de la comunidad para sacar adelante el proyecto de tener un lugar para celebrar la misa y para rezar.
En las homilías y en los diferentes encuentros, monseñor Barbaro animó a pensar en Dios que es Padre, y como en la parábola del Hijo Pródigo, espera a cada uno para darle su amor y su misericordia. Además, exhortó a la esperanza cristiana, a proyectar actividades con la certeza de que Dios los quiere ayudar y que necesita del esfuerzo de cada uno. Invitó a valorar la familia como un gran tesoro y planteó cómo poner los medios para cuidar el deseo de Dios, especialmente de los jóvenes a los que Dios llama a ser padres. También alentó a rezar por las vocaciones a la vida consagrada y sacerdotal, porque "Dios llama y espera una respuesta generosa para servirlo en medio de los hermanos y colaborar con tantas necesidades que ven alrededor", afirmó.
Los fieles escucharon con atención al obispo y le aseguraron sus oraciones. Además lo agasajaron con diferentes detalles de atención, agradeciendo su cercanía y la preocupación por sus necesidades.+