Mons. Barbaro: "Cuando el hombre aparta su corazón de Dios, va cayendo en un pozo"

El obispo de la diócesis de San Roque, en Chaco, explicó la importancia de la confianza en Dios para la propia felicidad porque "Dios nunca se deja ganar en generosidad", expresó.

El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, presidió la misa del sexto domingo durante el año. En su homilía comentó la expresión del profeta Jeremías: "Maldito el Hombre que confía en el hombre". Y aclaró que: "Dios no maldice, sino que el hombre a sí mismo se hace daño. Al apartarse del bien, de la confianza en Dios" y "Cuando el hombre aparta su corazón de Dios, va cayendo en un pozo en el que no encuentra felicidad". 

Además, en relación con esto, el prelado manifestó que Dios busca que pongamos su confianza en Él porque "es el amor infinito, entonces nos quiere a cada uno de nosotros como al único hijo y desea volcar todo su amor y todo el bien en el corazón de cada uno de nosotros". 

También explicó que a esa persona que excluye a Dios, el profeta lo compara con un cardo plantado en el desierto. "Pone su confianza en sí mismo. Entonces es un cardo, una planta en el desierto, entonces no puede crecer todo lo bueno", afirmó.

En la misma línea, relacionó las Bienaventuranzas presentadas en el Evangelio: "La esperanza viene de Dios. Esto no quiere decir que no trabaje, que no busque el sustento, que no busque preparar un porvenir, sino que la esperanza está en lo que viene de Dios, y yo quiero estar desprendido de las cosas". 

Por eso, invitó, no solo a reconocerse pecador, sino a agradecer los regalos de Dios en la vida de cada uno: "Si yo sé que pongo mi esperanza en el Señor, voy a tener que seguir trabajando, esforzándome, moviéndome, pero Dios nunca se deja ganar en generosidad".+