Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Álvarez sugirió tener festejos navideños 'austeros pero compartidos'

  • 18 de diciembre, 2023
  • Rawson (Chubut) (AICA)
El obispo electo de Rawson difundió un documento con el título "Lo que se nos viene y Él que viene", en el que reflexiona sobre la situación social del país y anima a celebrar en unidad.
Doná a AICA.org

El obispo electo de Rawson, monseñor Roberto "Chobi" Álvarez, difundió un mensaje con el título “Lo que se nos viene… y Él que viene", en el cual reflexiona sobre la situación socio económica del país tras el plan de ajuste anunciado por el gobierno de Javier Milei y anima a la comunidad a celebrar las fiestas navidenas con austeridad y en unidad.

"'Salir atrás del “que viene', y llegar más allá del 25 o el 31. Llevarle alegría a esa familia que la certeza de la fe nos hace afirmar que son la de Nazaret, y alcanzarle nuestra ayuda. Si lo que se viene es oscuro, triste y preocupante, 'Él que viene' trae la paz, la justicia, la fraternidad. Trae la 'Buena Noticia' de que somos hijos y hermanos; nos toca a nosotros, en este final de Adviento, en Navidad y en los primeros meses del año, hacer de pastores y Reyes", aseguró.

"Llevar lo que tengamos, acercarlo a los que sufren y los angustiados… a los solos; hacerlo desde la fe, desde la convicción de que no estamos siendo ni solidarios ni caritativos, sino que cuando alcanzamos algo a los que menos tienen… sencillamente estamos "adorando al niño envuelto en pañales", agregó.

Texto del mensaje
"Lo que se nos viene", es quizás la frase más escuchada en estos días en cualquier reunión, compartida de fin de año o conversación personal. El diagnóstico esbozado, las medidas presentadas y el coro al unísono de funcionarios de distintas responsabilidades de gobierno, así lo confirman: "Vamos a estar peor".

Y eso se convierte en los ojos llorosos de un jubilado, el rictus de una mamá que lo expresa mientras abraza a sus hijos pequeños, en los hombros levantados del joven que patea la calle buscando changas y le contestan que no hay nada porque nadie vende hasta que se ajusten los precios.

Como comunidad estamos y queremos estar en ese presente inmediato que se parece a un tsunami, queremos recordar los días de la pandemia y con el Papa Francisco gritar “nadie se salva solo”.

Necesitamos que cada uno de nosotros se convierta en la voz de esta Madre Iglesia preocupada, que se lo dice a los más pobres; en ese brazo fuerte que levanta y sube a la única barca a los que sienten el apriete, el ajuste y el ahogo. En el regazo que contiene, consuela… y alimenta.

Y a los que ya sin holgura económica, todavía “algo” podemos, los invitamos a “estirar la colcha”, a tener gestos de grandeza inusitada, de renuncias llenas de coraje para que nuestros festejos sean austeros pero compartidos; que a la hora de pensar compras, comidas y recreaciones miremos a “Jesús que viene” en la familia pobre que me encuentro en el semáforo, en el que se ofrece para cortar el pasto… y si no conozco a nadie, buscarlo como quien está buscando el pesebre de Belén.

Salir atrás del “que viene”, y llegar más allá del 25 o el 31. Llevarle alegría a esa familia que la certeza de la fe nos hace afirmar que son la de Nazaret, y alcanzarle nuestra ayuda. Si lo que se viene es oscuro, triste y preocupante, “Él que viene” trae la paz, la justicia, la fraternidad. Trae la "Buena Noticia" de que somos hijos y hermanos; nos toca a nosotros, en este final de Adviento, en Navidad y en los primeros meses del año, hacer de pastores y Reyes.

Llevar lo que tengamos, acercarle a los que sufren y los angustiados… a los solos; hacerlo desde la fe, desde la convicción que no estamos siendo ni solidarios ni caritativos, sino que cuando alcanzamos algo a los que menos tienen… sencillamente estamos "adorando al niño envuelto en pañales".+