Mons. Aguer: la Argentina está en una seria encrucijada
- 3 de diciembre, 2020
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo emérito de La Plata, Aguer, dijo que la Argentina está en un grave problema de convivencia social y de permanencia de una verdadera sociedad humana.
El arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, afirmó que la vida nacional de la Argentina “está en un momento de encrucijada muy seria. Se trata de un grave problema de convivencia social y de permanencia de una sociedad verdaderamente humana”. Lo dijo en el programa Claves para un Mundo Mejor que se emitió por el canal 9 de TV el 28 de noviembre.
Proliferación del delito
“Uno de los problemas que más nos preocupa a todos, y que aparece reiteradamente en los medios de comunicación -comenzó diciendo Aguer- es lo que se llama inseguridad, aunque me parece que es un eufemismo decir inseguridad, es una linda manera de calificar a lo que en realidad es la proliferación del delito”.
“La gente tiene miedo de salir de su casa. Hoy no sale por la pandemia del coronavirus, pero también por miedo, porque cualquier motochorro se le tira encima para sacarle el celular y, peor aún, si no se lo puede quitar, lo mata. Esta es una realidad que en los últimos años fue creciendo, y fue creciendo sobre todo en los últimos meses”.
Y acotó: “Existe un Ministerio de Seguridad que no sé bien para qué está porque lo que nos asegura es que estemos inseguros. Esa es la realidad”.
Justicia por mano propia
Luego monseñor Aguer se preguntó: “¿Cómo interpretar este fenómeno? ¿La gente que sale a robar y eventualmente mata es porque no tiene para comer? ¿Lo hace por una necesidad última? Yo no creo que sea eso. Existe un fenómeno que es el de facilitar el delito y se ha perdido el rumbo. No se advierte más lo que está bien y lo que está mal".
"Además, llama la atención que la proliferación del delito y la falta de una intervención seria de la Justicia lleva a practicar la justicia por mano propia. Este es otro de los dramas recientes que es lo peor que nos puede ocurrir. La justicia por mano propia a veces incurre en grandes injusticias, pues se dio el caso que se sindica a alguien como violador y allí lo mata un grupo de personas que hacen justicia por su propia mano. Esto es algo que creció y que indica un serio deterioro de la cualidad de la sociedad, de la cultura social”.
La familia está seriamente deteriorada
“Hay algo más -prosiguió el prelado-. Muchos de los que incurren en delitos son jóvenes de entre 15 y 25 años, y eso da muchísima pena. ¿A qué se debe? Creo que detrás está el problema de que la familia está seriamente deteriorada y ya no es un ámbito claro de formación de los hijos. Muchos de esos delincuentes juveniles no han tenido familia o han tenido una familia que no supo educarlos”.
La escuela oficial no sirve ni para enseñar a leer
Y agregó: “Luego está el grave tema de la educación oficial, institucional. La escuela hoy no sirve ni siquiera para enseñar a leer y escribir correctamente y digo esto pensando en la educación de gestión estatal. Pero lo que sucede es que la escuela perdió mucho de lo que tuvo tradicionalmente en la Argentina que es el valor de ubicar a la gente en el mundo social. La escuela no solo era un instrumento para aprender los saberes elementales sino también educaba en ese sentido, nos hacía ciudadanos. En la actualidad eso también está gravemente deteriorado”.
“Aquí estamos ante una situación muy grave, muy difícil y creo que todos tenemos que hacer lo que podamos para que esto se revierta. Insistir en lo que es más elemental, los derechos fundamentales para una persona como el derecho a la vida, el derecho a la propiedad y lo que es también la necesidad de respetar al otro”.
Pérdida del valor de la vida
“El valor de la vida se fue perdiendo. Muchos de esos delincuentes que roban y matan no solamente desprecian la vida ajena sino la propia y eso da terror. Cómo puede perderse algo que es tan natural y tan congénito para cada uno de nosotros, cómo se puede perder el valor de la existencia y que, por tanto, también se arrase con la vida ajena y se exponga de un modo increíble la propia vida”.
“Aquí hay mucho que rehacer y creo que mucho se puede rehacer a partir de la educación elemental que se hace en el hogar. Muchos de ustedes, amigos televidentes, son abuelos y podrán hablar con sus nietos y recordarles estas cosas. Estamos en un momento de una muy seria encrucijada en la vida nacional. No es solamente un problema religioso, aquí se trata de un problema de convivencia social y de permanencia de una sociedad verdaderamente humana”.+