Viernes 15 de noviembre de 2024

Mendoza: En tiempos de pandemia y siempre, vale toda vida

  • 22 de noviembre, 2020
  • Mendoza (AICA)
El Equipo Arquidiocesano de Pastoral de la Vida de reiteró su rechazo al proyecto de ley de aborto, al que consideró "intelectualmente inaceptable, humanamente denigrante y socialmente inadmisible".
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El Equipo Arquidiocesano de Pastoral de la Vida de la arquidiócesis de Mendoza reiteró su rechazo al proyecto de ley de aborto, al que consideró “intelectualmente inaceptable, humanamente denigrante y socialmente inadmisible”. 

“En una dinámica absolutamente contraria y contradictoria, el Poder Ejecutivo Nacional presenta en estos días un proyecto de ley que legaliza el aborto libre hasta la 14° semana de embarazo, inclusive, y luego de ese plazo en las causales de ‘salud’ y ‘violación’. Mientras se habla increíblemente de ampliar derechos, se dejan afuera a quienes están en la primera etapa de su existencia, los más indefensos. Antes de cualquier consideración, incluso religiosa, todos los seres humanos debemos cuidar la vida propia y del otro, siempre”, recuerda en un comunicado.

El equipo arquidiocesano mendocino afirma que el “proyecto de aborto incorpora, con un lenguaje intimidatorio para el personal de salud que tendrá a cargo estos procedimientos, la objeción de conciencia” y, agrega, lo hace “de forma completamente restrictiva y contradictoria”.

“En efecto, se obliga a los objetores a ‘derivar’ a la paciente para que sea atendida por otro profesional y a ‘adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a la práctica’. Así, el objetor es obligado en los hechos a cooperar con el aborto, lo cual constituye una violencia inaceptable contra su conciencia”, sostiene.

Texto del comunicado
A lo largo de estos meses, particularmente desde el 20 de marzo, cuando se decretó el Aislamiento social, preventivo y obligatorio en la República Argentina, todos los ciudadanos nos dispusimos a luchar contra un nuevo virus que llegó a cada rincón del planeta. La respuesta de nuestros gobernantes, desde el inicio fue clara: debemos cuidar la vida de los argentinos. No se puede poner por encima de la vida ningún otro interés. 

Han pasado 8 meses y seguimos envueltos en esta realidad que ha terminado con la vida de muchos y ha afectado notablemente a tantos otros. Advertimos también el impacto social y psicológico del cual todavía no tenemos total dimensión. Aquí estamos, juntos, como argentinos, como mendocinos, cuidando nuestra vida. 

En una dinámica absolutamente contraria y contradictoria, el Poder Ejecutivo Nacional presenta en estos días un proyecto de ley que legaliza el aborto libre hasta la 14° semana de embarazo, inclusive, y luego de ese plazo en las causales de “salud” y “violación”. Mientras se habla increíblemente de ampliar derechos, se dejan afuera a quienes están en la primera etapa de su existencia, los más indefensos. Antes de cualquier consideración, incluso religiosa, todos los seres humanos debemos cuidar la vida propia y del otro, siempre. 

El “Proyecto de aborto” incorpora, con un lenguaje intimidatorio para el personal de salud que tendrá a cargo estos procedimientos, la objeción de conciencia en el art. 10. Lo hace de forma completamente restrictiva y contradictoria. En efecto, se obliga a los objetores a “derivar” a la paciente para que sea atendida por otro profesional y a “adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a la práctica”. Así, el objetor es obligado en los hechos a cooperar con el aborto, lo cual constituye una violencia inaceptable contra su conciencia. 

Finalmente, en el contexto de un sistema de salud en crisis a consecuencia de la pandemia, el art. 11 del proyecto establece la obligatoriedad de que el aborto sea cubierto por el sistema de salud, ya sea público, obras sociales, empresas de medicina prepaga y otros. Así, se incluye el aborto en el Programa Médico Obligatorio con un financiamiento que surge del aporte de todos los ciudadanos argentinos, mientras nos apremian infinitas necesidades que aquejan la vida de los más pobres en cuanto a su subsistencia material, atención de salud, y derechos humanos elementales. 

Reiteramos nuestro rechazo al proyecto de ley de aborto, intelectualmente inaceptable, humanamente denigrante y socialmente inadmisible. Con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, seguimos proclamándonos en favor de la vida, de todas las vidas, porque “Vale Toda Vida”.+