Mendoza ante la Virgen: Ser una Iglesia cercana, fraternal y misionera

"En tiempos difíciles de la comunidad nacional, Ella nos invitaba a redescubrirnos hermanos y a trabajar fuertemente por el bien común", recordó Mons. Colombo en la fiesta de la Virgen del Rosario.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Rosario, que esta vez se realizaron en forma virtual por la pandemia y fueron transmitidas por el canal de Youtube y Facebook de Pastoral de Comunicadores Mendoza.

La misa central fue celebrada en el camarín de la Virgen del Rosario, y el prelado mendocino celebrante estuvo acompañado por el obispo auxiliar, monseñor Marcelo Fabián Mazzitelli, el vicario general y los decanos de esta jurisdicción eclesiástica.

“En estas duras circunstancias que vivimos, aceptar la voluntad de Dios sigue siendo el gran desafío. Descubrir su presencia en los acontecimientos cotidianos, su llamada en las urgencias de la vida diaria, su voz en el silencio del dolor físico y espiritual, como en las atronadoras informaciones que nos afligen, son exigencias del discernimiento creyente en el camino de nuestra respuesta de amor, madura y generosa”, expresó en la homilía.

Monseñor Colombo pidió celebrar a “nuestra Madre del Rosario, patrona de Mendoza, queriendo tener como Ella, el corazón abierto y disponible a la voluntad de Dios”. 

“Si la pandemia y sus consecuencias sanitarias nos han apartado circunstancialmente de la presencialidad e inmediatez de nuestras reuniones, no decae nuestra vocación de seguir creciendo como Iglesia cercana y en comunión”, destacó.

“Si el distanciamiento o el aislamiento nos privaban del abrazo y los encuentros, la lógica de la comunión y la cercanía nos invitaban a procurar seguir comunicándonos con mayor creatividad procurando no dejar a nadie fuera de la invitación de Dios a ser Iglesia de la alegría del Evangelio”, agregó.

El arzobispo de Mendoza expresó que le trajo a la Virgen “estos casi siete meses de intenso trabajo pastoral, vividos por nuestra comunidad eclesial con mucha generosidad, más aún en la imposibilidad de vernos como siempre” y detalló algunas de las acciones pastorales y sociales realizadas en este tiempo de pandemia.

Monseñor Colombo también evocó la figura de monseñor Cándido Rubiolo, tercer arzobispo de Mendoza, de quien el 19 de septiembre se cumplieron 100 años de su nacimiento.

“Esta celebración tan significativa para nuestra comunidad eclesial recoge también lo que hemos querido recordar con memoria agradecida en esta tarde: la celebración del Congreso Mariano Nacional, cuarenta años atrás aquí en Mendoza, y el centenario del nacimiento de monseñor Rubiolo que fuera buen pastor de esta Iglesia mendocina”, destacó.

“En tiempos difíciles de la comunidad nacional, Ella nos invitaba a redescubrirnos hermanos y a trabajar fuertemente por el bien común. Peregrina siempre presente en el corazón de los creyentes, María nos llevaba de su mano materna, al encuentro de Cristo, su Hijo, con ‘la promesa de victoria, nuestro triunfo sobre el mal’”, recordó citando el Himno Congreso Mariano Nacional 1980.

“La Iglesia mendocina de ayer, de hoy, de siempre, a los pies de su Madre, la Virgen del Rosario, renueva su compromiso de ser una Iglesia cercana, fraternal y misionera. Ella siempre nos indicará el mejor camino para llegar a Jesús”, concluyó.+

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