Los Curas en Barriadas exponen "El drama del Covid-19 en los Barrios Populares de La Matanza"
- 1 de julio, 2020
- San Justo (Buenos Aires) (AICA)
El equipo de Curas en barriadas de la diócesis de San Justo emitió un comunicado en referencia a la situación del Covid-19 en los barrios populares de La Matanza.
Los sacerdotes que integran el equipo de Curas en barriadas de la diócesis de San Justo, emitieron un comunicado titulado “El drama del Covid-19 en los Barrios Populares de La Matanza”, que refleja la situación actual de los sectores más vulnerables ante la pandemia.
“Como sacerdotes de la diócesis de San Justo que vivimos y trabajamos en las villas y barriadas de Matanza, vemos cada vez con más urgencia la necesidad de que exista un Estado inteligentemente presente y dialogando con la comunidad organizada para responder a la emergencia producida por la pandemia”, expresaron.
En ese marco, compartieron algunas inquietudes surgidas de la experiencia de las últimas semanas.
“A noventa días de la cuarentena, recién hace diez días que se han comenzado a realizar los testeos en nuestras barriadas y en algunos casos han sido simplemente encuestas. Creemos que el operativo “Detectar” debería implementarse de modo estable en los barrios buscando acompañar la situación epidemiológica diaria de nuestra gente. No alcanza con operativos que pasan una vez y se van. Esto se suma a las dificultades que ya se venían dando en la atención médica de nuestra gente”, advirtieron.
En segundo lugar, afirmaron que “en la mayoría de casos de nuestros barrios el protocolo de Covid no funciona y en estas últimas semanas lo hemos comprobado de manera muy particular porque han sido nuestras parroquias las que respondieron a los llamados de los vecinos y efectuaron innumerables traslados para realizar testeos y consultas médicas en hospitales del distrito”.
Ante esto, enumeraron: “Los teléfonos oficiales no dan respuestas. Los traslados no se dan a tiempo. Las personas que esperan resultados vuelven a sus hogares y no a lugares de aislamiento. Los resultados llegan demorados. Muchas personas con Covid confirmado vuelven a sus casas que no son lugares apropiados para el aislamiento (falta de agua y cloacas, hacinamiento, precariedad edilicia, etc.). Muchos están en situación de calle o ya no pueden sostener el pago de alquileres. No se da un seguimiento regular de los casos de aislamiento. Muchas de las personas que son contactos estrechos no cuentan con el acompañamiento requerido. Hay poca presencia del Estado ayudando a que se cumpla con el distanciamiento social, el uso del barbijo, las reuniones en espacios públicos, etc. No se conoce la cantidad de personas con Covid positivo en nuestros barrios. Sin esa información es imposible recalibrar todo el trabajo comunitario que hacen nuestras comunidades”.
“Estamos entrando en el momento más crítico de la pandemia y nuestras parroquias están acompañando a sus comunidades con muchas acciones. No podemos ni queremos suplir al Estado, pero podemos y queremos colaborar. La comunidad se organiza colaborando con el cuidado de nuestro pueblo y sumando a las estrategias del Estado. Lo constatamos día a día, sobre todo en innumerables mujeres de nuestros barrios que están haciendo un enorme trabajo invisible y silencioso”, valoraron.
“Creemos indispensable una Argentina unida en este tiempo de crisis, dolor y drama. Es por esto que insistimos en el trabajo articulado entre el Estado y los distintos actores que nos encontramos trabajando en los barrios”, sostuvieron.
“No basta una intervención estadocéntrica que crea poder solucionar todos los problemas directamente y sin otros actores locales, así como tampoco alcanza con comunidades que se organicen sin el acompañamiento del Estado. Es necesario buscar estrategias que fortalezcan la red entre el Estado y las organizaciones comunitarias”, consideraron.
“Los vecinos y vecinas, las Iglesias, las organizaciones sociales y el Estado en todos sus niveles pueden encontrar soluciones integrales y viables a esta crisis y a la injusticia social histórica que se vive en nuestros barrios y que esta pandemia ha dejado al descubierto en carne viva”, aseguraron.
Finalmente, retomando las palabras del papa Francisco, recordaron que “Nadie se salva solo” y “con el padre Carlos Mugica volvemos a afirmar que ‘ahora más que nunca tenemos que estar junto al Pueblo’”.
El documento tiene fecha 29 de junio de 2020 y está firmado por el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, y los presbíteros Basilicio Britez, de la parroquia San Roque González y Compañeros Mártires, barrio Almafuerte; Santiago Rostom, de la catedral de los Santos Justo y Pastor, de San Justo; Mauricio Cardea, de la parroquia San Roque (capilla San Jorge), barrio Villa Las Antenas; Fabián Fusca, de la parroquia San Carlos Borromeo e Inmaculada Concepción, de los barrios Villa Madero, 2 de Abril, El Lucero y Domingo Millán; Nicolás Angelotti, de la parroquia San José, barrios 17 de Marzo, San Petersburgo, 17 Bis, Puerta de Hierro, José Ingenieros (los complejos de Tablada); padres Ramiro Borelli SPadV, de la parroquia Sagrado Corazón, barrio Ciudad Evita; Cristiano de Assis Nobre Almeida SPadV, de la parroquia Sagrado Corazón, barrio Ciudad Evita; Hugo Salas SCJ, de la capilla María Madre de la Iglesia, de barrio Las Achiras, capilla Nuestra Señora de Luján, barrio 17 de Noviembre, capilla San José Obrero, barrio Juan Manuel de Rosas; padres Jean Bosco Nsengimana, MSsCc, de la parroquia Nuestra Señora de la Guardia. barrios Sarmiento, José Hernández y Vicente López; padres Anaclet Mbuguje, MSsCc y Daniel Echeverría MSsCc, de la parroquia Enrique Angelelli y Mártires Riojanos, barrios 22 de Enero, Un Techo Para Todos, Tierra y Libertad, Gauchito Gil, 28 de Octubre, Ciudad Evita.+