Las Esclavas de Cristo Rey se despidieron de Mar del Plata
- 28 de septiembre, 2020
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
Con una misa en la catedral diocesana, el obispo marplatense, monseñor Gabriel Mestre, despidió a las hermanas Esclavas de Cristo Rey, luego de 27 años de labor en la diócesis.
Las hermanas Esclavas de Cristo Rey se despidieron de la diócesis de Mar del Plata con una misa presidida por el obispo diocesano, monseñor Gabriel Mestre, en la catedral de los santos Pedro y Cecilia, en la mañana del lunes 28 de septiembre.
Las religiosas dejaron la diócesis luego haber servido desde 1993 administrando la casa de retiros Santa Clara y San Francisco, del Bosque de Peralta Ramos, y acompañando múltiples retiros espirituales, convivencias y encuentros de la familia diocesana y del país.
Por falta de vocaciones y redistribución del servicio misionero del carisma que las hermanas tienen a lo largo y ancho del mundo, las autoridades han tomado la decisión de dejar la comunidad de Mar del Plata.
La hermana Dora Luz Jaramillo Alzate, delegada de la superiora general en Colombia, Argentina, México y Cuba, madre Nancy Alzuru, expresó: “Agradecemos el apoyo continuo y la colaboración de muchos sacerdotes y laicos que nos han acompañado todo este tiempo. Agradecemos especialmente a monseñor Gabriel Mestre, obispo actual, por el cuidado y cariño que siempre ha tenido de las hermanas”.
Por su parte la hermana Juani Egea, que vivió casi 20 años en la casa del Bosque como superiora, también envió su testimonio en un video: “Quiero expresar ahora que entregamos la Casa de Retiros de Mar del Plata a la diócesis mis buenos recuerdos y años vividos. Hoy desde España en la ciudad de Vitoria, manifiesto mi agradecimiento a la congregación que me envió a sembrar la semilla del Reino. A la diócesis marplatense que con tanto cariño y alegría nos recibió sobre todo en los comienzos”.
Monseñor Mestre agradeció especialmente a la madre superiora general de la Congregación, Nancy Alzuru, por el servicio apostólico que durante tantos años prestaron en Mar del Plata y serán recordadas por la calidad de atención que recibieron miles de peregrinos que compartieron jornadas de reflexión en la casa del Bosque y que es un orgullo para la diócesis de Mar del Plata.+