Jueves 14 de noviembre de 2024

La prelatura de Deán Funes cumple 40 años de misión, a imagen de María

  • 30 de septiembre, 2020
  • Deán Funes (Córdoba) (AICA)
El obispo prelado de Deán Funes, monseñor Gustavo Zurbriggen, envió un mensaje a la comunidad al cumplirse 40 años de la creación de la prelatura.
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En el marco del 40° aniversario de creación de la prelatura, el obispo prelado de Deán Funes, monseñor Gustavo Zurbriggen, envió un mensaje a los fieles. En sus palabras, animó a seguir el ejemplo de Nuestra Señora de la Merced, y a continuar trabajando juntos, en comunidad, para ser una Iglesia cada vez más “en salida” y misionera.

“Estamos celebrando en este 2020 los 40 años de la creación de la prelatura de Deán Funes. 40 años de vida misionera en esta zona del norte de la provincia de Córdoba”, señaló. “Por eso, durante todo el mes de septiembre hemos rezado por la prelatura, hemos escuchado testimonios y también hemos celebrado la fiesta de nuestra patrona, la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Merced. Además, también en septiembre estamos celebrando el mes de la Biblia”.

“Me parece muy importante centrarme en la figura de María, la Virgen de la Merced. La historia nos cuenta que desde el año 1573 la Virgen María está misionando en esta zona. Fray Luis de Valderrama, un sacerdote mercedario que venía desde Santiago del Estero hacia la que ahora es la ciudad de Córdoba, misionó en esta zona con la imagen de la Virgen de la Merced, por eso desde aquella época la Virgen nos protege y nos acompaña. María es la verdadera misionera, ella nos trae a Jesús, por eso podríamos usar un lema de la década del ’80 que decía: ‘A Cristo por María’, María nos lleva a Cristo siempre, ella es la gran misionera”, aseguró.

“Por eso nosotros, como Iglesia de la prelatura de Deán Funes, tenemos que mirar a María como ejemplo y saber que misionar con ella es más fácil. Siempre que vamos a la casa de nuestros hermanos, siempre que visitamos una comunidad para misionar, con María es más fácil, porque ella es la Madre que nos anuncia a Jesús, que nos trae a Jesús, que nos lleva a Jesús, que nos pide que escuchemos la Palabra de Jesús y la practiquemos. Por eso toda la prelatura, cada parroquia, cada capilla, cada comunidad tiene que ser una comunidad cada vez más misionera, más evangelizadora, siempre tomados de la mano de María, nuestra Madre”, animó.

“Al terminar este mes de septiembre, como les decía, mes en que nosotros queremos celebrar a la Virgen, celebrar el mes de la Biblia, también mes en que queremos dar gracias a Dios por estos 40 años de vida de la prelatura de Deán Funes, yo quisiera darle gracias a Dios por los sacerdotes, los religiosos, las consagradas que sirvieron en toda nuestra Iglesia particular, pero muy especialmente por tantos laicos, tantos hombres y mujeres que generosamente compartieron su tiempo, sus talentos, su dinero, para que la misión se realice en esta zona”, reconoció. “Gente que hoy ya está en el cielo y que tenemos que recordarla con una oración. Gente que está con nosotros y sigue aportando y dando su vida al servicio de la misión. Tenemos que dar gracias a Dios, el testimonio de tantos hermanos nuestros sacerdotes, obispos, laicos, hombres y mujeres, matrimonios, tiene que inspirarnos a un compromiso renovado por la misión”, exhortó. 

“La prelatura es una Iglesia misionera. María, su patrona, es misionera. Ella, ya hace muchísimos años, nos trajo a Jesús. Nosotros, inspirados por la figura de María, nuestra Madre, la primera misionera, e inspirados por el testimonio de tantos sacerdotes, religiosos, laicos, hombres y mujeres, tenemos que renovar nuestro compromiso misionero para que esta Iglesia de Deán Funes, que ahora se tiene que preparar para los 50 años, sea una Iglesia cada vez más misionera, una Iglesia que se acerque a cada familia, a cada comunidad, a cada hermano, para anunciarle la Buena Noticia de Jesús”, alentó.

Finalmente, monseñor Zurbriggen deseó “que la Virgen de la Merced nos anime a vivir escuchando la Palabra de Dios, como ella lo ha hecho. Que nos ayude a seguir dando testimonio de Jesús con la Palabra, con la predicación, pero también con nuestros gestos de caridad y de misericordia”.+