La Iglesia de Goya cumple 60 años y lo celebra con un Jubileo Diocesano
- 16 de diciembre, 2020
- Goya (Corrientes)
La comunidad diocesana de Goya comenzó el 8 de diciembre el jubileo por los 60 años de la diócesis.
En el marco de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, la comunidad de Goya dio inicio el 8 de diciembre al jubileo por los 60 años de vida diocesana.
Con el lema "Vayan juntos y testimonien mi vida", la misa estuvo presidida por el obispo, monseñor Adolfo Ramón Canecín en la catedral, y tuvo su réplica en las parroquias de los departamentos de Curuzú Cuatiá, Mercedes, Esquina, Lavalle, Sauce, Monte Caseros y Goya.
La diócesis de Goya fue creada el 10 de abril de 1961, y el 17 de septiembre del mismo año fue consagrado obispo monseñor Alberto Devoto, quien asumió el 9 de octubre de 1961.
En su homilía, el obispo manifestó: "Nosotros queremos entroncar y asumir la historia, por eso hemos asumido el lema del jubileo anterior, que decía ´Vayan y comuniquen mi vida´, un imperativo de Jesús a que en el mandato misionero da a toda la gente, y ahora le agrego dos palabras ´juntos´ y ‘testimonien´ cambiando la palabra comuniquen porque la palabra comunicar es rica pero no alcanza a decir todo".
"Testigo es el que hizo la experiencia y el que vive. Por lo tanto, tenemos que ir juntos y testimoniar la vida de Jesús, porque Él es la Buena Noticia, su palabra, sus gestos y actitudes, su obra, su pasión, muerte, resurrección y glorificación, es el misterio central de nuestra fe".
En este año jubilar queremos "tener una mirada retrospectiva, hacia atrás, para hacer memoria agradecida en la persona de los tres primeros obispos: Alberto Devoto, Luis Stockler y Ricardo Faifer" invitó el obispo, “porque allí tenemos distintos momentos de la vida diocesana y queremos rescatar nombres, anécdotas, caminar en la rica historia de nuestra diócesis".
"Que esta memoria agradecida no nos deje con la nostalgia, que no nos deje mirando hacia atrás" advirtió y alentó a “que la memoria sea auténtica y nos meta en el hoy, aquí y ahora"-
El segundo momento del año jubilar, planteó el obispo, es para "mirar el presente, para ver dónde y cómo estamos parados como Iglesia católica, asumiendo lo que nos dijo el Concilio Vaticano II, el magisterio de la Iglesia, y el catecismo".
Para este año, recomendó lo que dice el papa Francisco: “Un desafío a hacer una Iglesia en permanente salida misionera, decididamente misionera".
Finalmente, animó a, desde la misión, “revisar nuestras actitudes, nuestra estructura eclesial”, porque “nos va a permitir hacer un camino de conversión no sólo personal, no sólo comunitaria, sino de conversión pastoral". En ese sentido, animó a "involucrar a todos los bautizados en salida misionera”, salir de la comodidad, “¡Abrir la puerta para que quepan todos los bautizados!”.
"Una vez terminado el jubileo vamos a pensar una asamblea, pueblo de Dios, para elaborar juntos un plan pastoral diocesano", anticipó.+