Jueves 26 de diciembre de 2024

La diócesis de La Rioja tendrá un nuevo sacerdote

  • 11 de noviembre, 2020
  • La Rioja (AICA)
El obispo de La Rioja ordenará sacerdote al diácono Lucas Santiago Barroso, el 15 de noviembre en la catedral San Nicolás de Bari. El futuro sacerdote dialogó con AICA sobre sus anhelos y expectativas
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La diócesis de La Rioja expresó su alegría por la ordenación sacerdotal del diácono Lucas Santiago Barroso, que se celebrará el domingo 15 de noviembre a las 19 en la catedral San Nicolás de Bari.

La ceremonia estará presidida por el obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida. Desde la diócesis agradecieron a Dios “por este regalo para su pueblo” y animaron a los fieles a rezar por el futuro sacerdote y por las vocaciones sacerdotales.

La celebración será transmitida por Facebook: Diócesis de La Rioja, YouTube: Diócesis de La Rioja, y por TV: Canal 9 de La Rioja.

“Vivir mi ministerio haciéndome pan para los demás”
En diálogo con AICA, el futuro sacerdote se refirió a lo que significa este momento: “más allá del llamado y la voz concreta de Dios para mi vida, para mi vocación y toda mi historia de salvación, y más allá de lo que la ordenación me quiera decir a mí, es también descubrir qué nos quiere decir como diócesis riojana, como Iglesia particular de La Rioja”. 

“Durante todo este tiempo invitaba a la gente a descubrir en esta ordenación, un gesto de Dios, una caricia de Dios, más allá de los nombres propios, porque en definitiva Dios quiere también tocarnos con su amor, con su ternura y su misericordia, siempre poniendo de manifiesto y concretando el amor que Él nos tiene a través de los ministerios, de los servicios y de las vocaciones dentro de las comunidades. Sobre todo en este contexto que estamos viviendo, que muchas veces hizo que decayera la esperanza, a esto lo veo como un signo de esperanza: hay algo más que sacar de este tiempo, algo que realmente nos tiene que dejar una enseñanza y repensarnos también en esta situación de pandemia que nos toca vivir, y renovarnos también en el servicio, en los llamados y en las respuestas”, consideró.

Refiriéndose a sus hermanos seminaristas, mencionó: “Esta situación nos tiene que llevar a repensarnos en nuestro ministerio o el futuro ministerio. No podemos pensar el sacerdocio ni cualquier servicio, después de este tiempo de pandemia, igual que antes. Hay un plus, hay una nueva clave de discernimiento, un nuevo signo de los tiempos que hay que afrontar y poner las manos nuevamente en el arado. Creo que ahí también hay algo lindo que descubrir”.

Consultado sobre cuáles serán los ejes de su ministerio, resumió sus expectativas en dos frases: La primera, “Hacé del canto de tu pueblo el ritmo de tu andar”, explicó, “quiero que sea eje clave en mi ministerio, que es poder caminar con mi pueblo, que sea la vida del pueblo la que marque el pulso de mi ministerio, de mi sacerdocio. Sobre todo en la opción por los pobres, por los últimos, por los marginados, por los que están al costado del camino, que realmente sea un pastor que pueda caminar con ellos y desde ellos también en mis opciones pastorales y en mi ministerio concreto. No puedo andar en discordancia a lo que el pueblo va viviendo, no me permitiría andar de ese modo”, reconoció.

“Y otra frase que va en la misma línea es la frase de monseñor Angelelli: ‘Con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’. Poner ese oído en el pueblo implica eso: Tomarle el pulso al pueblo y desde ahí también vivir la propia vida, el propio ministerio, el propio servicio. Pero también un oído en la vida de Jesús, que esa sea la verdad que mueva mi vida, que despierte mi pasión, mi entrega, mi servicio, que es Jesús el que llama, el que convoca y el que nos invita a caminar junto a los demás. Vivir con pasión el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús, y que mi vida también pueda ser, con mis límites seguramente, con mis cosas por crecer y por convertirme, aun así poder ser Buena Noticia para los demás”, deseó.

El lema que eligió para este nuevo paso es: “Les he dado el ejemplo para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”. Al respecto, detalló: “En ese gesto del lavatorio de los pies, es la vida de Jesús la que se pone al frente, el modo de Jesús, es lo que quiero intentar asumir en mi vida y en mi ministerio”.

Finalmente, quiso destacar “algo que siempre viví con mucho cariño y que para mí también sus palabras fueron luz en mi vida, la figura del obispo Pedro Casaldáliga. No lo conocí pero le tengo un gran cariño, sé que ahora intercede desde el Cielo por nosotros”. En un poema, “Mi cuerpo es comida”, destacó, “hay unas frases que siempre me llevan a interrogarme y a preguntarme muchas cosas, las quiero reproducir, sobre todo para que nos quede a todos: ‘Unidos en el pan, los muchos granos, iremos aprendiendo a ser la unida Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos. Comiéndote sabremos ser comida. El vino de sus venas nos provoca, el pan que ellos no tienen nos convoca, a ser Contigo el pan de cada día’”, concluyó Lucas, rezando para “que pueda vivir mi ministerio sacerdotal como Jesús, haciéndome pan para la vida de los demás”.

El futuro sacerdote
Lucas Santiago Barroso es riojano, nació el 13 de diciembre de 1988, hijo de Santiago Javier Barroso y Cecilia Andrea Bazán, es el mayor de cuatro hermanos.

Luego de cumplir con la primera comunión en la Iglesia Catedral, y con los estudios del nivel primario y secundario en la capital riojana, Lucas sintió el llamado del Señor, quien despertó en él su generosidad, el amor desinteresado y la cercanía a Jesús.

En ese panorama de búsqueda y planteos lo condujeron a decidir optar el inicio de la vida al servicio de Dios y de los hermanos, para lo que en 2011 ingresó al seminario “Nuestra Señora de Guadalupe y San José”, de la arquidiócesis de San Juan de Cuyo.+