La Comunidad Convivencia con Dios se consagró al Espíritu Santo
- 23 de junio, 2021
- Buenos Aires (AICA)
Con la participación de un número importante de obispos, cerca de dos mil personas se unieron para hacerlo siguiendo los pasos de su fundador, el padre Alberto Ibáñez Padilla SJ.
La Comunidad Convivencia con Dios realizó el pasado 9 de junio su consagración al Espíritu Santo durante una celebración virtual de la que participaron más de 2.000 personas, entre ellas el cardenal Estanislao Esteban Karlic, 22 obispos y numerosos sacerdotes, religiosas y laicos de Latinoamérica y Europa.
La consagración al Espíritu Santo se realizó siguiendo los pasos del fundador de la comunidad, padre Alberto Ibáñez Padilla SJ, y a través de la plataforma YouTube.
Durante el encuentro de oración, hubo testimonios de quienes compartieron la vida o tuvieron la oportunidad de conocer al padre Ibáñez Padilla, considerado por sus seguidores un gran carismático y místico de este tiempo.
El acontecimiento eclesial tuvo un significado profundo para los miembros de la comunidad y para los que hicieron sus convivencias (retiros de seis días), porque se cumplen 75 años de la consagración realizada por su fundador el 9 de junio de 1946.
A los 19 años Ibáñez Padilla realizó su primera consagración al Espíritu Santo, suceso espiritual que marcó su vocación y ministerio.
“Desde temprana edad el padre Alberto experimentó una profunda devoción a la Ruaj Santa (Espíritu Santo) que le fue dada como don infuso. En una época en la que la devoción al Espíritu Santo no era tan conocida y mucho menos practicada, el joven Alberto fue conducido por Dios al conocimiento íntimo de la Tercera Persona de la Trinidad, de su constante y fecundo obrar en las almas”, destacan en la comunidad.
El sacerdote jesuita anhelaba “incendiar al mundo con el Fuego del Espíritu Santo” y detrás de esa meta realizó numerosos apostolados: fundó la Renovación Carismática Católica en la Argentina y participó activamente en el movimiento ecuménico Creces (Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo), junto con otros líderes mundiales como el cardenal Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.
Autoridades presentes e invitados especiales
Estuvieron presentes en la consagración el cardenal Estanislao Karlic (arzobispo emérito de Paraná); los arzobispos Juan Alberto Puiggari (Paraná), Carlos Alberto Sánchez (Tucumán) y Eduardo Eliseo Martín (Rosario); y los obispos Hugo Norberto Santiago (San Nicolás de los Arroyos), Jorge Rubén Lugones SJ (Lomas de Zamora), Ariel Torrado Mosconi (Nueve de Julio), Luis Armando Collazuol (Concordia), Luis Alberto Fernández (Rafaela), Adolfo Ramón Canecín (Goya), Fernando Martín Croxatto (Neuquén), Carlos José Tissera (Quilmes), Pedro María Laxague (Zárate Campana), Daniel Kozelinski Netto (Eparquía Ucrania), Jorge Martín Torres Carbonell (Gregorio de Laferrere), Gustavo Gabriel Zurbriggen (Deán Funes), Ricardo Seirutti (auxiliar de Córdoba), José María Baliña (auxiliar de Buenos Aires), Ernesto Giobando SJ (auxiliar de Buenos Aires), Alejandro Daniel Giorgi (auxiliar de Buenos Aires), Oscar Eduardo Miñarro (auxiliar de Merlo-Moreno) y Juan Piris (emérito de Lleida, España).
Además, participaron referentes de la Renovación Carismática Católica, entre ellos Pino Scafuro, moderador ‘ad interim’ de Charis (Servicio Internacional para la Renovación Carismática Católica); el presbítero Carlos Acosta, asesor nacional de la RCC Argentina; Daniel Aimeretti, coordinador nacional de la RCC Argentina; José María Pardo, fundador del "Ministerio Vida en la Roca"; y Marina Carrión, directora de la RCC de la diócesis de San Bernardino, California (Estados Unidos).
Estuvieron también representantes de congregaciones religiosas que comparten de un modo especial la escuela de espiritualidad de las Convivencias con Dios: la madre Ángela Silva, fundadora y superiora general de la Congregación Marta y María; el hermano Leandro Lobato, superior provincial de la Provincia Latinoamericana de la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción (montianos) y asesor de la Familia Montiana.
También se hicieron presentes sobrinos del padre Ibáñez y enviaron su saludos por no poder asistir, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello; el obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, y Daniel Martini, del Departamento de Laicos (Deplai Celam).
Convivencia con Dios
Convivencia con Dios (CcD), el legado fundacional, es una comunidad de oración, apostolado y vida, que brinda a la Iglesia una serie de siete retiros de seis días denominados “Convivencias con Dios” cuyo intenso y rico cuerpo de doctrina constituyen una escuela de espiritualidad original y fecunda al servicio del pueblo de Dios.
Fundada por el padre Ibáñez oficialmente el 24 de septiembre de 1977, Convivencia con Dios (CcD), tiene la particularidad de convocar a laicos y consagrados, hombres y mujeres de diferentes edades, clases sociales y formación, que durante los días de retiro tienen la experiencia del encuentro profundo con Dios y con los hermanos, desapareciendo entre ellos toda barrera social y cultural, para transformarse por la acción del Espíritu Santo en un solo cuerpo que busca tender a la unión con Dios, e irradiar al mundo entero el mensaje de la salvación.
En la actualidad Convivencia con Dios se encuentra presente en varios países y en alrededor de dieciséis se han realizado sus convivencias o retiros: la Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Perú, Bolivia, Guatemala, Colombia, Venezuela, Panamá, México, República Dominicana, Estados Unidos, España, Italia y Alemania.
Consagración al Espíritu Santo
El padre Ibáñez escribió la oración de consagración que la Comunidad Convivencia con Dios comparte a la Iglesia Universal:
¿Cómo no te aman más los hombres, oh Espíritu Santo? ¿Es posible que se atrevan a vivir en la tibieza de este mundo insignificante? ¿Cuándo, Señor, arderán esos corazones? ¿Y por qué tampoco está abrasado el mío?
¡Sí, sí! Ven, Don del Altísimo Dios, y mora siempre en mí como en residencia propia.
Hago entera oblación de mí mismo y de esta comunidad, y deseando servirte fielmente, te prometo esta lista de propósitos, que nunca podré cumplir sin tu ayuda generosa:
I Vivir en tu servicio, no guiándome por intenciones menos rectas.
II Procurar que otros se inflamen en tu amor.
III Buscar tu trato, con la paz de espíritu y actuándome en la presencia de Dios.
IV Gozarme en Ti sin pretender hallar en otra parte un motivo de mis alegrías.
V Esforzarme en los ejercicios espirituales, poniendo los medios para conseguir una sólida y tierna devoción.
VI Ser rigurosamente fiel a las inspiraciones.
VII Agradecerte cualquier favor espiritual para mi perfección, sin olvidar que lo son tanto la sequedad como la consolación.
Lléname de tus dones, oh Fuente de gracia y santidad, para que -ya que me inspiraste el hacer esta consagración y me ayudasteis cuando la realizaba- no me falte nunca tu gracia para cumplirla plenamente. Así sea.
Más información: https://convivenciacondios.org/web/.+