La capilla donde ocurrió el martirio de san Óscar Romero llevará su nombre
- 26 de marzo, 2021
- San Salvador (El Salvador) (AICA)
En el 41 aniversario del martirio del santo, la Iglesia de El Salvador dio a conocer la noticia.
En el marco del 41 aniversario del martirio de monseñor Óscar Arnulfo Romero, la capilla del Hospital de la Divina Providencia en San Salvador, lugar donde fue asesinado, llevará ahora el nombre de este santo y mártir.
San Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, fue asesinado mientras celebraba misa el 24 de marzo de 1980 por un francotirador.
La noticia la dio a conocer monseñor Rafael Urrutia, párroco de la iglesia Óscar Arnulfo Romero en San Salvador, antes llamada Iglesia La Resurrección, quien escribió una carta al santo con motivo del 41 aniversario de su martirio.
Este día la Iglesia ha querido honrar la Capilla del Hospitalito, el lugar de su martirio, con un nuevo nombre, explicó.
“Ya no se llamará más Capilla del Hospital Divina Providencia, sino Capilla Martirial San Óscar Arnulfo Romero, obispo y mártir, aunque siga enclavada en el corazón mismo del Hospital Divina Providencia, lugar donde usted decidió irse a vivir junto a los enfermos que por sus sufrimientos corporales le hacían presente a Jesucristo crucificado, en quienes se apoyaba con sus oraciones y sacrificios”, escribió el arzobispo.
“Era lunes 24 de marzo de 1980 y el reloj marcaba las 6:20 de la tarde. Usted celebraba con su habitual devoción y ternura la Santa Misa. Dios en su infinito amor lo llamó al martirio y su sangre se unió, a la hora el ofertorio, a la sangre de Cristo derramada para la salvación de los hombres”, escribió monseñor Urrutia en la misiva al santo.
En la misma carta, recordó lo difícil que fue para el santo ser arzobispo, con “una Iglesia sacudida por los vientos nuevos del Concilio Vaticano II, la Evangelii nuntiandi, Medellín y Puebla, y por un mundo tan cambiante, lleno de injusticias y de violencia. Tuvo que enfrentar exigencias internas y externas”.
Monseñor Rafael Urrutia, quien lo conoció en persona, también dedicó palabras de cariño al santo: “Hoy quiero contarle monseñor que aquel puñado de novicias imberbes, se volvieron mayores como yo y lo recuerdan con cariño. Cuidan de sus cosas, sus reliquias, con celo y valentía, y hablan de usted como del mismo Jesús".
“Gracias, monseñor, por estar siempre aquí, por ayudarme a caminar mi historia recordándome que “debo ser siempre como Jesús”. Por favor no se olvide de rezar por nuestra Iglesia de El Salvador. Esté siempre muy cercano al papa Francisco y cuide de él”.+