Jubiloso inicio de las fiestas en honor de Nuestra Madre del Valle
- 25 de abril, 2022
- San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
La bajada de la imagen de la Virgen abrió las celebraciones. El obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc la trasladó en brazos desde el Camarín hasta el Paseo de la Fe. "Enséñanos el camino", pidió.
La bajada de la sagrada imagen de la Virgen del Valle, desde el Camarín hasta el Paseo de la Fe, dio inicio el sábado 23 de abril a las fiestas en honor de la Patrona de Catamarca, que este año se enmarcan en el 131° aniversario de la Coronación Pontificia de la Pura y Limpia Concepción del Valle, y en el tiempo de preparación para vivir el Sínodo de la Sinodalidad, convocado por el papa Francisco, y de la Asamblea Diocesana de este año.
La tradicional ceremonia fue presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, quien trasladó en brazos a la imagen mariana, acompañado por sacerdotes del clero diocesano, hasta el atrio de la catedral basílica y santuario mariano.
En el Paseo de la Fe la esperaba los devotos, quienes fueron testigos una vez más de este emotivo momento en que la Madre de Jesús se acerca a su pueblo para inundar de gracia los corazones. Vivas, pañuelos flameando y rostros emocionados fueron los gestos de esta jornada mariana.
A los fieles apostados enfrente del santuario se sumaron muchos a la transmisión de las redes sociales de la catedral y del obispado, con legua de señas; y de los diferentes medios de comunicación social.
Participaron autoridades provinciales y municipales, encabezadas por el vicegobernador, ingeniero Rubén Dusso, y el intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, doctor Gustavo Saadi, respectivamente; legisladores provinciales y nacionales, y de las Fuerzas de Seguridad.
En el momento de su reflexión, monseñor Urbanc destacó que este año, honramos a la Madre del Valle “trabajando la dimensión sinodal de la Iglesia y preparando nuestra Asamblea Diocesana que tendrá lugar el 1 de octubre venidero, Dios mediante”.
Asimismo, se refirió a la Palabra de Dios, tomada del libro de los Hechos de los Apóstoles, en la que afirma que "«todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común», es decir, que creían y se amaban de verdad, y, además, «todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones», es decir, celebraban la fe. Esto derivaba en que «eran queridos por todo el pueblo»”.
“Esto es vivir con espíritu de sinodalidad. Alcanzar este ideal que vivieron los primeros cristianos es nuestro objetivo diocesano”, enfatizó, invitando a rezar durante este septenario para que “no quede en un mero deseo, sino que se haga realidad lo que Jesús espera de su Iglesia de Catamarca, que ha confiado de un modo muy especial al amor y custodia maternal de la Santísima Virgen María, la Pura y Limpia Concepción”.
Hacia el final, monseñor Urbanc le pidió a la Virgen del Valle que les enseñe a los catamarqueños “el camino y nos muestres cómo alcanzar el objetivo que nos hemos propuesto de ser más sinodales en nuestro modo de pensar, dialogar, sentir y obrar”.
“No permitas que perdamos el rumbo, ni que la ignorancia o la presunción nos lleve por falsos caminos. Alcánzanos del Espíritu Santo el don del discernimiento para que lo que decidamos no esté contaminado de prejuicios o falsos razonamientos. Condúcenos a la unidad inspirados en tu amor maternal, en tu ejemplo de fe, esperanza y amor y en tu fidelidad a la Voluntad de Dios”, concluyó.
En el momento de la Adoración a Jesús Sacramentado se rezó la oración por la canonización del beato Mamerto Esquiú.
Y luego de la bendición final con el Santísimo, mientras las campanas echaban a vuelo, la sagrada imagen de la Morenita del Valle ingresó al templo.+