Jesús: sé nuestro guía y limpiá nuestra mirada, pidió Mons. Buenanueva
- 3 de marzo, 2022
- San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre el Evangelio del domingo en su columna del periódico "La Voz de San Justo".
“Les hizo también esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?» […]”. Con esta cita evangélica, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, comenzó su columna dominical en la que reflexionó bajo el título "Ciegos".
"Un discípulo puede enceguecerse a sí mismo cuando se olvida de que es precisamente eso: un discípulo, alguien en situación de aprender, de abrirse a la luz del Evangelio. De esa ceguera tenemos que precavernos", advirtió el prelado. "Jesús mismo, que es Maestro, vive en esa actitud: busca cada día el rostro de su Padre. Ese es el oxígeno de su vida. Ese es el secreto de su oración. Y de esa rica experiencia saca las tres parábolas que siguen a su pregunta retórica".
"Antes de juzgar severamente a los demás (ver la 'paja en el ojo ajeno'), el discípulo se ha de mirar a sí mismo. Estar atentos a los frutos concretos que damos en la vida, porque 'no hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos […]'. Pero, sobre todo, edificar la propia vida sobre roca firme, la que se encuentra en la escucha y asimilación cotidiana de su Palabra", sintetizó el prelado.
"Hay demasiada ceguera en el mundo, en las comunidades cristianas, en muchos de nosotros, como para que no atendamos a la enseñanza de Jesús. La Cuaresma que comienza este miércoles se nos ofrece como un camino de iluminación para revisarnos y crecer", alentó.
"Aquí me detengo, y dejo abierto el espacio interior del corazón a la plegaria: 'Señor Jesús: sé nuestro guía y maestro. Limpiá también nuestros ojos y nuestra mirada, para que no nos enceguezca el error, ni nos engañe el mal con apariencia de bien. No te cansés de hablarnos, una y otra vez, al corazón, de empaparlo de la gracia purificadora de tu Espíritu. Amén'".+