Honduras: Los obispos invitan a resolver los conflictos por medio del diálogo
- 10 de junio, 2024
- Tegucigalpa (Honduras) (AICA)
Tras finalizar la asamblea plenaria, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, ofreció un Mensaje al Pueblo de Dios en el que convocan a "atizar el fuego de la fe" camino al Jubileo 2025.
El Sagrado Corazón de Jesús “nos devuelve la ilusión de volver a empezar y a rediseñar la vida civil, social y política sobre los valores humanizadores de la bondad, la escucha y el respeto mutuo”, expresaron los obispos de Honduras en su mensaje al Pueblo de Dios tras finalizar su asamblea plenaria, realizada del 3 al 6 de junio, en la que atendieron temas eclesiales y de la realidad nacional.
En el marco del Año de la Oración, los obispos llamaron a “atizar el fuego de la fe mediante la oración, en todos los cristianos y encenderlo en aquellos que están apagados en la fe” y señalaron que para empezar a curar las heridas del mundo en medio de sus crisis sociales, es primordial curar primero las heridas del corazón.
El obispo auxiliar del Cusco (Perú) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), monseñor Lizardo Estrada, participó de la asamblea de los obispos y presentó los avances del “caminar pastoral de esta entidad colegial y de comunión”, indicaron.
Diálogo y humildad para resolver problemas
El mensaje del episcopado hondureño, hecho público en vísperas de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, recuerda que Cristo “es Señor del tiempo y de la eternidad; es inseparablemente Dios y Hombre”, por lo que “nos invita a la esperanza y a la confianza”, y destacaron que “su Divino Corazón es el camino para una paz verdadera y estable”.
Al contrario, “si viéramos el mundo con los cristales rotos y oscuros del pesimismo, viviríamos una experiencia desoladora y deprimente. Pero el mensaje de Jesús nos ofrece un aliento renovador, que fortalece nuestro espíritu y nos invita a cultivar más la fe”.
De esta manera los prelados “a ejemplo del Nazareno”, invitan a asumir “una actitud de humildad para resolver los conflictos por medio del diálogo, porque la humildad es la gran antagonista del más mortal de los vicios, la soberbia. La humildad es la fuente de la paz en el mundo y en la Iglesia”.
Retomar los valores del Evangelio
Con la mirada en la realidad nacional, los obispos pidieron “liberarse de los yugos que resultan intolerables e insoportables” como la pobreza, el ataque a la creación, la casa común, la trata de personas, la indolencia e indiferencia ante el sufrimiento del prójimo, la crueldad del mundo de las drogas, la desescolarización, la falta de oportunidades para el desarrollo social equitativo.
Todos están llamados -concluye el mensaje de los obispos hondureños- a construir juntos “una sociedad plural abierta a la vida, desde su concepción en el seno materno hasta la muerte natural, abierta al respeto mutuo, a la equidad y al orden justo, para alcanzar así el tan anhelado progreso”.+