Viernes 15 de noviembre de 2024

Guerra en Ucrania: La Santa Sede pidió ante la ONU soluciones justas y estables

  • 13 de octubre, 2022
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El observador permanente ante la ONU, monseñor Gabriele Caccia reafirmó la posición vaticana sobre el conflicto en Ucrania, alentando a buscar soluciones no impuestas por la fuerza, sino consensuadas.
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El representante del Vaticano ante las Naciones Unidas, el arzobispo Gabriele Caccia, presentó, en cuatro intervenciones, la urgencia de mostrar a la asamblea de la ONU el designio querido por el Papa y la Santa Sede de encontrar soluciones justas y estables ante la guerra en Ucrania, una crisis que volvió a dividir el planeta en bloques y amenazar la serenidad mundial con la amenaza del armamento nuclear.

Ante la 11ª sesión extraordinaria de emergencia de la Asamblea General, que abordó la cuestión de la integridad territorial de Ucrania, el observador permanente de la Santa Sede repitió palabra por palabra el llamamiento lanzado por Francisco el pasado 2 de octubre en el Ángelus, dirigida explícitamente a los presidentes de los dos países en guerra, a silenciar las armas y buscar "condiciones para iniciar negociaciones capaces de conducir a soluciones no impuestas por la fuerza, sino acordadas, justas y estables". Condiciones, insistió el Papa, “basadas en el respeto al valor sacrosanto de la vida humana, así como a la soberanía e integridad territorial de cada país”. Y eso "sin involucrarse en la peligrosa escalada" de una guerra tildada nuevamente de "locura".

El ritmo no es el mismo número de armas
La intervención de monseñor Caccia, dirigida a los colegas de la primera Comisión de la Asamblea General, dedicada al desarme y la seguridad internacional, recordó el clima de zozobra de hace sesenta años, cuando el mundo tocaba el conflicto nuclear y cuando Juan XXIII en su Pacem in terris señaló con franqueza que la paz genuina entre las naciones no puede basarse en "la posesión de un suministro equitativo de armas, sino solo en la confianza mutua". 

Sin embargo, a pesar del drama actual, el prelado señaló que "hay señales de esperanza para el desarme" aún hoy, destacadas sobre todo por la ratificación dada por seis estados al Tratado para la prohibición total de los ensayos nucleares (CTBT). 

Monseñor Caccia invitó a otros países a hacer lo mismo, luego abordó el capítulo del preocupante desarrollo del armamento, desde municiones como minas antipersonal y municiones en racimo hasta sistemas de misiles orbitales y antisatélites. El gasto militar mundial, aseveró, "superó por primera vez los 2 billones de dólares", consumiendo recursos “que podrían promover el desarrollo humano integral y salvar innumerables vidas. Sin abordar esta proliferación desenfrenada, dijo, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) seguirá siendo difícil de alcanzar”.

La pandemia y las guerras y la pobreza están creciendo 
En otras dos intervenciones, el observador permanente abordó el tema de la erradicación de la pobreza y el desarrollo de la agricultura, la alimentación seguridad y nutrición. Aquí el prelado notó un retraso con respecto al calendario fijado. “Apenas ocho años después de alcanzar las metas de la Agenda 2030 y cinco años después de la conclusión de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza, la comunidad internacional -observó- debe retomar el rumbo y redoblar sus esfuerzos para abordar los alarmantes índices de pobreza, especialmente en los países menos desarrollados”. 

La pandemia provocó un aumento de la tasa de pobreza, de ahí el reiterado llamado a “diseñar políticas que tengan a la persona humana en el centro y garanticen el acceso igualitario a los bienes, recursos y oportunidades indispensables para sostener la vida y promover el desarrollo integral y el bienestar de toda persona”. 

Finalmente, en la tercera Comisión de la Asamblea General, centrada en los "Derechos de los pueblos indígenas", monseñor Caccia señaló que es necesario reconocer a los pueblos indígenas como titulares de derechos “involucrándolos, en su caso, en los procesos de toma de decisiones” dentro de los órganos en los que se deciden las políticas que los afectan.+