Viernes 15 de noviembre de 2024

Francisco: Sería bueno que rabinos y párrocos trabajaran juntos

  • 28 de febrero, 2019
  • Ciudad del Vaticano
"La amistad y el diálogo entre judíos y cristianos están, de hecho, llamados a ir más allá de las fronteras de la comunidad científica. Sería bueno, por ejemplo, que en la misma ciudad los rabinos y los párrocos trabajaran juntos, con sus respectivas comunidades, al servicio de la humanidad que sufre y promoviendo formas de paz y diálogo con todos", lo dijo el papa Francisco, esta mañana, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, al recibir a los participantes en el encuentro conmemorativo del 50 aniversario de la muerte del cardenal Agostino Bea.
Doná a AICA.org
En la mañana de hoy, jueves 28 de febrero, el papa Francisco recibió, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, a los participantes en el encuentro conmemorativo del 50 aniversario de la muerte del cardenal Agostino Bea, promovido por el Centro "Cardenal Bea" de Estudios Judaicos en colaboración con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Pontificio Instituto Bíblico y el Center for the Study of Christianity de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

El cardenal Bea, creado cardenal por Juan XXIII, tuvo una influencia decisiva como Padre conciliar en el Concilio Vaticano II, participando en la conformación de documentos como Dei Verbum y Nostra Aetate.

El pontífice les dirigió unas palabras en las que señaló que "la amistad y el diálogo entre judíos y cristianos están, de hecho, llamados a ir más allá de las fronteras de la comunidad científica. Sería bueno, por ejemplo, que en la misma ciudad los rabinos y los párrocos trabajaran juntos, con sus respectivas comunidades, al servicio de la humanidad que sufre y promoviendo formas de paz y diálogo con todos".

En especial, invitó a sus sacerdotes a trabajar junto a los rabinos de su ciudad para que los "lazos personales entre cristianos y judíos produzcan el terreno fértil para echar raíces de una mayor comunión". Pues, consideró que "hasta ahora, el diálogo judeo-cristiano se ha desarrollado a menudo en un ámbito reservado, sobre todo, a los especialistas".

"Las relaciones con el judaísmo, la unidad de los cristianos, la libertad de conciencia y la religión son algunos de los temas principales que siguen resonando hoy en día con gran actualidad", explicó.





Cardenal Bea
En su discurso, el Papa subrayó que el cardenal Bea no solo debe ser recordado por lo que hizo, "sino también por la forma en que lo hizo" y asegura que es un modelo en el que inspirarse para el diálogo ecuménico e interreligioso, y de manera eminente para el diálogo "intrafamiliar" con el judaísmo.

Seguidamente Francisco recordó las 3 palabras con las que el presidente del Congreso Judío Mundial, Nahum Goldmann, le describió: "comprensivo, lleno de bondad humana y valiente". Tres aspectos esenciales ?puntualizó? "para quienes trabajan por la reconciliación entre los hombres".

"El cardenal Bea estaba convencido de que el amor y el respeto son los primeros principios del diálogo" explicó el Santo Padre a los participantes, pues Bea decía que "el respeto nos enseñará también la forma correcta de proponer la verdad"; "es cierto" ?dijo el Papa ? "no hay verdad fuera del amor, y el amor se expresa en primer lugar como la capacidad de acoger, abrazar, llevar consigo mismo: "Com-prenderse".

Asimismo Francisco destacó también la capacidad del cardenal Bea de "crear" vínculos de amistad y vínculos fundados en la fraternidad que nos une. Por tanto, es notoria su "comprensión" que acepta al otro y su "bondad" que descubre y crea vínculos de unidad.

El tercer aspecto que el Papa ha querido describir es su temperamento valiente. "El cardenal Bea tuvo que enfrentar muchas resistencias en su trabajo por el diálogo, e incluso siendo acusado y difamado, continuó, con la perseverancia de quienes no renuncian al amor" explicó el pontífice, asegurando que no era "ni optimista ni pesimista", sino "realista" sobre el futuro de la unidad: "por un lado consciente de las dificultades, por el otro convencido de la necesidad de responder al sincero deseo del Señor de que los suyos sean "una sola cosa"".


Continuar el camino
Subrayando el fructífero camino emprendido en el diálogo entre judíos y católicos después de Bea y su escuela, el Papa dijo que el Centro de Estudios Judaicos "Cardenal Bea" es un hito en este proceso: "cuando la Santa Sede pidió a la Universidad Gregoriana que lo estableciera, les confió convertirse en "el proyecto más importante de estudios judíos de la Iglesia Católica"". Y dirigiéndose a los docentes de los diversos centros, Francisco ha asegurado que: "El diálogo va adelante a dos voces, y el testimonio de maestros judíos y católicos que enseñan juntos vale más que muchos discursos".

"Hasta ahora, añadió el Papa, el diálogo judeo-cristiano a menudo se llevó a cabo en un campo reservado para especialistas", pero advirtió que "la profundización específica y el conocimiento son esenciales, pero no son suficientes", pues "junto a este camino debemos tomar otro, más amplio, el de difundir los frutos, para que el diálogo no siga siendo la prerrogativa de unos pocos, sino que se convierta en oportunidades fructíferas para muchos". +