Viernes 15 de noviembre de 2024

Francisco: 'La dignidad absoluta de la vida humana no puede ser objeto de concesiones'

  • 22 de junio, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa envía un mensaje a quienes participan en la manifestación nacional "Escojamos la vida", que se realiza este sábado en Roma y reitera su profundo rechazo a la cultura del descarte.
Doná a AICA.org

Miles de madres, padres y niños recorren las calles de Roma este sábado 22 de junio para participar en la marcha nacional "Escojamos la vida", la manifestación pública más importante en Italia en defensa y promoción de la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural en el que intervienen 130 organizaciones y asociaciones.

Para esta ocasión, el Papa Francisco envió un mensaje en el que agradece a quienes la prepararon y a quienes forman parte de ella, dando "testimonio público en defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural" y los exhorta a "seguir adelante con valentía a pesar de toda adversidad".

"Lo que está en juego, es decir, la dignidad absoluta de la vida humana, don de Dios Creador, es demasiado alto para ser objeto de concesiones o mediaciones", escribe el Pontífice.

Los organizadores informan que a la concentración acudirán familias procedentes de toda Italia (en efecto, ya se han habilitado numerosos autobuses).

La marcha parte de la Plaza de la República para llegar por Via Cavour a los Foros Imperiales, a la altura del Altar de la Patria. Desde los dos escenarios instalados al principio y al final de la procesión, se compartirán testimonios de familias, madres y padres que han elegido y acogido la vida incluso en medio de dificultades sociales y económicas, así como discursos de los portavoces de la marcha, Massimo Gandolfini y Maria Rachele Ruiu.

Entre las reivindicaciones promovidas por la Marcha Nacional por la Vida está el "no" a la cultura del descarte y a cualquier práctica que atente contra la dignidad intrínseca de la vida humana, empezando por el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido y la manipulación o destrucción de embriones con fines reproductivos.

"Este evento quiere ser un claro contraste a la cultura de la muerte como la llamaba San Juan Pablo II y a la cultura del descarte como la llama el Papa Francisco, y al mismo tiempo quiere ser una fuerte promoción de la belleza de estar abiertos a la vida, por eso será una procesión festiva", afirma Gandolfini, neurocirujano de Brescia y portavoz de la actividad.

A continuación, el presidente de la Jornada de la Familia habla de la inspiración que recibió del documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Dignitas Infinita, que define como esclarecedor: "La dignidad de la vida es infinita y no necesita ninguna otra atribución, porque todo ser vivo, desde la concepción hasta la muerte natural, es portador de dignidad humana y como tal debe ser reconocido y respetado".

Gandolfini recuerda que la cultura mortificante de estos tiempos "está envenenando nuestras sociedades", sostiene.

Según el portavoz de la marcha, uno de los frutos de esta cultura es la baja en las tasas de natalidad que está afectando a Italia en particular. También se detiene en el descarte de ancianos y enfermos y pide que se garantice un acompañamiento digno de la muerte con cuidados paliativos.

Además, Gandolfini insiste en la necesidad de proteger la maternidad y la vida naciente oponiéndose también a las prácticas que violan y mercantilizan la vida de madres e hijos, como la maternidad subrogada.

Por último, Gandolfini insta a la sociedad y al mundo de la política a apoyar a las familias, porque "la familia es la cuna que acoge la vida y el lugar donde cada individuo se forma hasta la edad adulta a pesar de todos los problemas sociales que existen".

"Apoyar la vida y la familia significa apoyar el bien común y tener una viva esperanza en el futuro", concluye el vocero.+