Viernes 15 de noviembre de 2024

Francisco: La codicia nunca satisface y es el origen de muchas guerras

  • 4 de agosto, 2019
  • Ciudad del Vaticano
¡La codicia de los bienes, el deseo de tener bienes, no satisface el corazón, sino que causa más hambre! Ten cuidado", advirtió este domingo el papa Francisco en sus palabras previas al rezo del Ángelus, comentando el Evangelio del día que narra la parábola del rico insensato. Dirigiéndose a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el pontífice animó a "buscar las cosas eternas" que son la fuente de la verdadera felicidad.
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¡La codicia de los bienes, el deseo de tener bienes, no satisface el corazón, sino que causa más hambre! Ten cuidado", advirtió este domingo el papa Francisco en sus palabras previas al rezo del Ángelus, comentando el Evangelio del día que narra la parábola del rico insensato. Dirigiéndose a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el pontífice animó a "buscar las cosas eternas" que son la fuente de la verdadera felicidad.

El Papa explicó: "Jesús cuenta la parábola del rico insensato, que cree ser feliz porque tuvo una cosecha excepcional y se siente seguro por los bienes que ha acumulado. El relato entra en un momento álgido cuando surge el contraste entre lo que el rico planea para sí mismo y lo que Dios proyecta para él. Él es insensato porque en la práctica ha renegado de Dios, no lo tuvo en cuenta a Él".

"Es una advertencia -continúo- que revela el horizonte que todos estamos llamados a mirar. Los bienes materiales son necesarios en la vida, pero no deben ser el fin de nuestra existencia, sino un medio para vivir honestamente, y compartir lo que tenemos con los más necesitados. Hoy, Jesús nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar el corazón y apartarlo del verdadero tesoro, que está en el cielo".

"Esto no quiere decir perder el contacto con la realidad -concluyó - sino buscar las cosas que tienen verdadero valor: la justicia, la solidaridad, la acogida, la fraternidad, la paz, todas las cosas que constituyen la verdadera dignidad del hombre. El amor entendido de esta manera es la fuente de la verdadera felicidad, mientras que la búsqueda desmesurada de bienes materiales y riquezas suelen ser fuente de inquietud, adversidades, prevaricaciones, guerras? ¡cuántas guerras son causadas por la codicia!". +