'Profunda preocupación' del Papa por la situación en Nicaragua
- 1 de enero, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Al inicio del año, el Papa llamó a rezar por el país centroamericano, que atraviesa una persecución religiosa con detenciones arbitrarias de clérigos y laicos por parte del régimen de Daniel Ortega.
El Papa Francisco sigue con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos, sacerdotes y seminaristas han sido privados de su libertad por las autoridades. Al término de la oración mariana del Ángelus en el primer día del nuevo año 2024, el Obispo de Roma manifestó su cercanía por medio de la oración.
A una oración insistente invitó también a todos los presentes en la Plaza de San Pedro y a todo el Pueblo de Dios, mientras que manifestó que espera que “siempre busquemos el camino del diálogo para superar las dificultades”. “Recemos hoy por Nicaragua”, subrayó.
Había pasado casi un año desde la última vez que Francisco se pronunció desde Plaza de San Pedro sobre este país centroamericano. El 12 de febrero de 2023 mostró su rechazo a la irregular condena a 26 años de prisión de obispo de Rolando Álvarez. Entonces pidió a la Virgen que “abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz que nace de la verdad, de la justicia, de la libertad y del amor y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo”. Tan solo una semana después, el país clausuró la nunciatura apostólica, que estaba confiada a su sustituto, pues el nuncio apostólico ya había sido expulsado en marzo de 2022.
Oración del cardenal Brenes, arzobispo de Managua
El sábado, el cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua, celebró misa en su catedral y expresó su cercanía “a las familias y comunidades que, en este momento, sienten la falta de sus sacerdotes”.
El cardenal Brenes invitó a los fieles a permanecer unidos en la oración. “La unidad de la Iglesia”, dijo, “es nuestra fuerza... Con María, nuestra Madre, al pie de la Cruz, que el Señor nos consuele y nos muestre su misericordia”.
Recrudece la persecución contra la Iglesia
En los últimos ocho días, la policía sandinista detuvo a 12 sacerdotes y prohibió las representaciones de nacimientos vivientes en las calles del país, tradición protagonizada por los niños durante las llamadas “posadas”.
Un obispo, el vicario general de la arquidiócesis de Managua, y cuatro sacerdotes católicos fueron detenidos el 28 de diciembre en Nicaragua, denunciaron las autoridades religiosas y los voceros de la oposición. Y el día 30 de diciembre fueron otros cuatro detenidos.
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, informó desde el exilio del arresto del padre Pablo Villafranca, párroco de Nuestro Señor de Veracruz, en Nindirí, Masaya; del sacerdote Héctor Treminio, tesorero de la arquidiócesis de Managua; y del párroco de la iglesia Santo Cristo de Esquipulas, al este de la capital. También se detuvo a monseñor Carlos Avilés, vicario general de la arquidiócesis de Managua.
En la madrugada del sábado 30 de diciembre, 3 sacerdotes fueron sacados de sus domicilios los sacerdotes Mikel Monterrey, Gerardo Rodríguez y Raúl Zamora, junto con monseñor Miguel Mantica, hijo de una de las familias más ricas de Nicaragua. Monseñor Marcos Díaz Prado, vicario de la iglesia Santo Tomás Apóstol del Puerto de Corinto, en la región de occidente, también fue preso por la policía del régimen.
“Hasta la fecha no existe una acusación formal en contra de él, no se tiene información de su paradero”, declaró la investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, católica en el exilio.
Igualmente comentó que “Daniel Ortega sabe que no habrá ninguna repercusión: se siente fuerte porque los apoya el Ejército, la Policía Nacional, grupos de paramilitares, los consejos de Poder Ciudadano y ahora el recién creado y temible Ministerio del Interior”.
Además, el gobierno de Ortega prohibió las procesiones de la Inmaculada al inicio de diciembre y las representaciones hechas para los niños en las calles durante los días antes de Navidad, mediante visitas de la policía a las parroquias de Nicaragua para informar a los sacerdotes de que esas representaciones solo se admitirán en los terrenos parroquiales, con amenaza de cárcel si contravienen la prohibición.
Según las estadísticas de la abogada Molina, se contabilizan 294 agresiones en 760 ataques a personas o locales de la Iglesia Católica durante los 5 últimos años. Hay 176 religiosos impedidos de ejercer su ministerio en Nicaragua por destierro, expulsión o impidiendo su regreso al país después de viajar. 3.700 procesiones fueron prohibidas en Nicaragua por las autoridades.+