Francisco: El Señor me da fuerza en mis viajes para serle fiel y servirlo
- 8 de mayo, 2019
- Ciudad del Vaticano
En el vuelo de regreso a Roma, tras su visita apostólica a Bulgaria y Macedonia del Norte, como ya es habitual, el pontífice respondió a las preguntas de algunos periodistas que lo acompañaban en el avión. Entre los temas a los que se refirió habló de los frutos de su viaje, del recientemente fallecido Jean Vanier, del proceso de canonización del cardenal Stepinac y del diaconado femenino entre otros temas.
"No me canso de viajar. El cansancio viene después. Creo que el Señor me da fuerza. Pido al Señor serle fiel, que le sirva, que estos viajes no sean una gira", dijo el papa Francisco en respuesta a la periodista Petas Nanev, de la televisión búlgara BTV quien preguntó al Papa si no se cansaba en los viajes.
Francisco recordó al recientemente fallecido Jean Vanier, fundador de El Arca, una institución que atiende a personas que padecen diversos tipos de discapacidad. "Un hombre que ha sabido leer la existencia cristiana, del misterio de la muerte, de la cruz, de la enfermedad, del misterio de los que son despreciados y descartados en el mundo", comenzó diciendo el Papa y agregó: "Trabajó no sólo para los últimos, sino también para los que antes de nacer tenían la posibilidad de ser condenados a muerte". Quiero expresar mi gratitud por este testimonio", dijo el pontífice.
Preguntado a continuación sobre la impresión de los dos países visitados, el Papa respondió afirmando que Bulgaria y Macedonia del Norte "son dos naciones totalmente diferentes. Bulgaria es una nación con una tradición de siglos. Macedonia también tiene una tradición de siglos, pero no como país, como pueblo"
Cada uno tiene su propia historia de luchas para establecerse como nación: "Para nosotros, los cristianos, Macedonia es un símbolo de la entrada del cristianismo en Occidente."El cristianismo entró en Occidente a través de ustedes. Aquel macedonio que se apareció a Pablo en sueños "pasa a Macedonia y ayúdanos". Él se iba a Asia. Es un misterio esa llamada, y el pueblo macedonio está orgulloso de esto, no pierde la oportunidad de decir que "el cristianismo entró en Europa a través de nosotros, por nuestra puerta, porque Pablo fue llamado por un macedonio", explicó el Papa.
De Bulgaria recordó las luchas por la independencia y el costo en vidas humanas. "Bulgaria debió luchar tanto por su identidad como nación. El solo hecho que en 1823 más o menos murieron 200 mil soldados rusos para reconquistar la independencia de mano de los turcos. Pensemos qué significa 200 mil. Tanta lucha por la independencia, tanta sangre, tanta mística para encontrar la consolidación de la identidad", indicó Francisco.
El Papa recordó que en Macedonia le llamó la atención una frase del presidente: "Aquí no hay tolerancia religiosa, hay respeto. Es respetado. Y esto hoy, en un mundo en el que hay una falta de respeto por los derechos humanos, por los niños, por los ancianos, que la mística de un país es respeto, me ha hecho bien".
Proceso del cardenal Stepinac
Silvije Tomasevic, de la Lista Vecernji preguntó a continuación al pontífice: "Las Iglesias nacionales ortodoxas no siempre están en concordia entre ellas; por ejemplo, no han reconocido a la Iglesia macedonia. Pero cuando se debe criticar a la Iglesia Católica, son unísonas. Por ejemplo, la Iglesia serbia no quisiera que se canonice al Cardenal Stepinac. ¿Algún comentario sobre esta cuestión?"
El Papa comenzó afirmando que las relaciones con la Iglesia Ortodoxa son buenas. Afirmó que quienes la dirigen son hombres de Dios. Son grandes patriarcas que dan testimonio.
Después están las cosas históricas de nuestras Iglesias, algunas viejas, por ejemplo hoy el presidente me hablaba que el cisma de Occidente comenzó en Macedonia. Ahora viene el Papa por primera vez para remendar el cisma, no sé, pero por decir somos hermanos, porque no podemos adorar a la Santísima Trinidad sin las manos unidas de los hermanos. Esta es una convicción no solo mía, también de los patriarcas. Esto es una gran cosa, afirmó el Santo Padre.
"Después hay un mundo histórico", continuó el Papa. "Un caso histórico es la canonización de Stepinac. Es un hombre virtuoso, por esto la Iglesia lo ha proclamado beato. Se le puede rezar porque es beato, pero en un cierto punto del proceso de canonización hay ciertos puntos no claros, puntos históricos, y yo que debo firmar la canonización, bajo mi responsabilidad he rezado, he reflexionado, he pedido consejo y he visto que debo pedir ayuda a Ireneo, un gran patriarca. Él ha dado la ayuda y hemos hecho la comisión histórica, y hemos trabajado juntos, y a Ireneo y a mí, lo único que nos interesa es la verdad. ¿Para qué sirve una declaración de santidad si no es clara la verdad?", indicó el Papa y afirmó: "No le tengo miedo a la verdad, solo tengo temor del juicio de Dios".
Diaconado femenino
Por último, Joshua McElwee del National Catholic Reporter preguntó al pontífice: "¿Puede decirnos alguna cosa que sepa sobre el informe de la comisión sobre el ministerio de las mujeres en los primeros años de la Iglesia? ¿Usted tomó alguna decisión?"
El respondió que hay una comisión que ha estado estudiando el tema. Sin embargo, no hay acuerdos ni conclusiones definitivas. Hay muchos elementos históricos sobre los cuales indagar más. "Estamos en este punto y cada uno de los miembros está estudiando su tesis".
Sobre el diaconado femenino, hay un modo de concebirlo no con la misma visión del diaconado masculino. Por ejemplo, las fórmulas de ordenación diaconal encontradas hasta ahora, según la comisión, no son las mismas para la ordenación del diácono masculino y se parecen más a la que hoy sería la bendición abacial de una abadesa. Sigamos adelante a estudiar. No tengo miedo al estudio, pero hasta este momento no va.
Experiencias conmovedoras en Bulgaria y Macedonia
Francisco quiso terminar su diálogo con los periodistas compartiendo dos hechos que lo conmovieron de manera especial.
La primera fue la vivida en el Memorial de la Madre Teresa. "Había muchos pobres y se veía la dulzura de esas hermanas. Curaban a los pobres sin paternalismo, como si fueran sus hijos. Una dulzura, también la capacidad de acariciar a los pobres, la ternura de estas hermanas. Hoy nosotros estamos acostumbrados a insultarnos. Un político insulta a otro, un vecino insulta a otro, también en las familias se insultan entre ellos. No me atrevo a decir que hay una cultura del insulto, pero el insulto es un arma a la mano. También hablar a espaldas de los otros, la calumnia, la difamación y ver estas hermanas que curaban a cada persona como si fuera Jesús".
"Es una de las cosas más bellas encontrar la maternidad de la Iglesia. Hoy la sentí allí. Agradezco a los macedonios por tener este tesoro en la ciudad de Skopje".
La otra experiencia, "también diré límite", dijo el Papa fue las primeras comuniones en Bulgaria. "Me emocioné porque la memoria me llevó al 8 de octubre de 1944, a mi Primera Comunión cuando entrábamos cantando ?Oh santo altar por ángeles guardados?, un canto bello que seguramente alguno de ustedes recuerda".
"He visto a esos niños que se abren a la vida con una decisión sacramental. La Iglesia custodia a los niños, son un límite, deben crecer, son promesa. Y lo viví fuertemente. Sentí en ese momento que esos 249 niños eran el futuro de la Iglesia, eran el futuro de Bulgaria". +