Falleció un sacerdote de la diócesis de Goya

El presbítero José Galeano tenía 71 años y tuvo varios destinos en la diócesis. El obispo, Mons. Adolfo Canecín, destacó la personalidad "humilde y sencilla" del difunto.

El obispado de Goya informó que el sábado 17 de junio falleció el presbítero José Tadeo Galeano, a los 71 años. La misa de exequias fue presidida por el obispo local, monseñor Adolfo Canecín, ayer domingo. Concelebraron la misa el obispo emérito, monseñor Ricardo Faifer y el presbítero Miguel Galeano. 

En la homilía, monseñor Canecín destacó “el amor de Dios, que envió a su Hijo, el cual nació, murió y resucitó por nosotros”. “La prueba del amor de Dios para cada ser humano es la propia Cruz. Este amor de Dios toma la iniciativa, por la que el propio Jesús llama de parte de Dios a aquellos a quienes el Padre quiere, y los llama para estar con Él, los capacita y los envía. Así Dios, de su providencia en su momento, llamó al padre José Tadeo para que estuviera con Él, lo capacitó, lo consagró y lo envió como un gran misionero”, continuó.

Asimismo, el prelado agradeció por la vida ministerial del sacerdote fallecido y destacó su personalidad, “muy humilde y sencilla”. También recordó que el presbítero Galeano tuvo varios destinos en diversas parroquias de la diócesis de Goya, destacándose entre ellas su misión en la zona rural del departamento de Esquina. El obispo destacó en ese sentido, a la luz de las lecturas compartidas, cómo el difunto pudo "gastar la vida sirviendo a Dios en los hermanos”.

En tanto, manifestó: “Hoy lo mejor que podemos ofrecer es la Eucaristía, en sufragio por el eterno descanso del padre José Tadeo y, en él, por todos los que se nos adelantaron de este mundo al Padre. Tiene un valor infinito el servicio único de Jesús en la cruz”, destacó el obispo. Además, animó a “quedarse con el recuerdo del sacerdote respecto de su entrega y de su sensibilidad para con la gente más sencilla y humilde, los pobres”.

Finalmente, monseñor Canecín concluyó la homilía con una frase del presbítero Julian Zini: ‘Voy a pasar, porque la vida es una y se hace eternidad’, reafirmando que esta es una “hermosa expresión, porque es esta vida la que se hace eternidad y esa es nuestra fe. Nos duele la dimensión de partida, que es real y legitima, pero la esperanza de lo que comienza, la esperanza de la resurrección es lo que nos anima y sostiene”.+