"Están con los más pobres, donde yo quisiera estar", dijo el Papa a obispos amazónicos
- 21 de junio, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
En visita ad límina de los obispos brasileños de la región amazónica, el Papa les confesó que no tiene intención de renunciar y aboga por continuar viviendo su misión "hasta que Dios se lo permita".
Los 17 obispos de las Regionales Noroeste y Norte1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), en visita ad límina en Roma, junto con el administrado de la diócesis de Roraima se reunieron con el papa Francisco: “Un encuentro inolvidable y memorable”, según calificaron los prelados brasileños.
Previo al encuentro con el pontífice los obispos de la región amazónica celebraron la Eucaristía en la tumba del Apóstol Pedro. "Un momento para vivir la catolicidad, un momento de alegría", según contó el arzobispo de Manaos, monseñor Leonardo Ulrich Steiner. Al pie de la tumba donde está enterrado el primer Papa, insistió en “expresar la alegría de nuestras iglesias”, destacando, por su experiencia en Manaos, “el enorme cariño que el Pueblo de Dios tiene por el Papa, y nos alegramos con nuestras comunidades”.
“La tumba de Pedro, dijo el arzobispo de Manaos -recientemente creado cardenal por el papa Francisco-, para nosotros los obispos, tiene el significado no sólo del primado”, destacando el carácter extraordinario de la figura de Pedro, “porque tiene muchas debilidades, tiene muchas fugas, muchas piedras, pero es un hombre de fidelidad”, dirigiéndose a los obispos, les manifestó que “en la figura de Pedro nos vemos, nos entendemos y nos comprendemos como personas, pero nos vemos, nos entendemos y nos comprendemos también como obispos”, subrayando que forman parte de este ministerio de siglos.
“Ante la tumba de Pedro –añadió monseñor Steiner- pedimos no sólo fidelidad, sino también la gracia de la gratitud, gratitud por poder ejercer este ministerio en la Iglesia al servicio de nuestras comunidades”, siguiendo las palabras de San Pablo, dijo que “nuestra fuerza no está en nosotros mismos, nuestra fuerza está en el ministerio que hemos recibido”.
El arzobispo de Manaos llamó a descubrir “nuestra finitud, que está llena de fragilidad, de debilidad”, siendo el propio ministerio el que libera, “en la medida en que volvemos, entusiasmándonos, buscando, sirviendo, entregándonos”, haciéndonos ver la necesidad de salir de las cadenas del yo y de las cadenas del sistema. También quiso agradecer a los papas que los nombraron, insistiendo en que "no es una promoción, sino una gracia que Dios nos ha dado”, subrayando que es un servicio a la Iglesia, que hay que hacer con alegría.
Un encuentro inolvidable y memorable
A la celebración eucarística siguió “un encuentro inolvidable y memorable”, tal como manifestaron los prelados, con el papa Francisco. La reunión se extendió por más de dos horas y comenzó con un saludo personal del pontífice a cada uno de los obispos de la visita ad limina.
El Papa se interesó por los dones de cada una de las iglesias particulares e insistió, desde el principio. en animarlos a “que digan lo que quieran, que pregunten lo que quieran, también que critiquen, aquí se necesita libertad, porque cuando no hay libertad, no hay diálogo”. Estas palabras dieron paso a un largo diálogo en el que el Papa “estuvo escuchando las preguntas y comentarios de cada uno”.
El obispo de San Gabriel de Cachoeira agradeció al papa Francisco por el Sínodo para la Amazonía y el Sínodo sobre la sinodalidad. Él, que es obispo de la diócesis con mayor porcentaje de población indígena en Brasil, expresó al Santo Padre la gran gratitud de los pueblos indígenas hacia él “porque por primera vez son escuchados, y se sintieron muy felices”, destacando el fantástico trabajo de escucha realizado en el proceso sinodal del Sínodo para la Amazonía, algo que se está repitiendo con el actual Sínodo, mostrando el Papa a los pueblos indígenas, “que los toma en serio”.
El Papa instó a los obispos a “escuchar a los pueblos indígenas, escuchar a las comunidades de base, el Espíritu Santo actúa a través de estas personas, los pobres en la Iglesia, y ustedes están en la frontera, están con los más pobres, están donde yo quisiera estar”, confesó Francisco.
En relación con el actual Sínodo, el obispo de San Gabriel de Cachoeira, monseñor Edson Damian afirmó que “este Sínodo es para poner en práctica las intuiciones más profundas del Concilio Vaticano II, es para volver a lo que la Iglesia debería ser siempre y terminó perdiendo, la sinodalidad, donde la Iglesia es el Pueblo de Dios, unido a sus pastores, todos caminando juntos”.
El también presidente del Regional Norte1, destacó de las palabras del Papa que “aunque sean dos regionales, están profundamente unidos, están en sintonía. Todas las preguntas que hicieron, complementaron nuestro diálogo, destacando que este encuentro que me hace profundamente feliz”, insistió el obispo: “y a nosotros aún más”.
Fue un encuentro en un ambiente distendido, como se puso de manifiesto en los últimos momentos, cuando el papa Francisco recibió de manos de monseñor Edson Damián un tocado, elaborado por mujeres indígenas, en nombre de los pueblos indígenas de la Amazonía. En tono de broma, el Papa preguntó sonriendo si se trataba de una mitra, y luego dijo: “¿se imaginan si aparezco en San Pedro con esto?”, provocando las carcajadas de los obispos.+