Viernes 15 de noviembre de 2024

Escocia: los obispos consideran que la eutanasia 'ataca la dignidad humana'

  • 23 de agosto, 2024
  • Glasgow (Escocia) (AICA)
La Conferencia Episcopal Escocesa expresó su oposición al proyecto de ley de Muerte Asistida para Adultos con Enfermedades Terminales. "El individuo puede perder su valor", advierten.
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La Conferencia Episcopal Escocesa respondió a las solicitudes de opiniones sobre el Proyecto de ley de Muerte Asistida para Adultos con Enfermedades Terminales, presentando evidencia en sentido contrario al Comité de Salud, Asistencia Social y Deportes del Parlamento escocés sobre esa propuesta de legalización del suicidio asistido

En la presentación, el episcopado escocés expresó su oposición al proyecto de ley, afirmando que "el suicidio asistido ataca la dignidad humana y da como resultado que la vida humana sea cada vez más valorada sobre la base de su eficiencia y utilidad".

Los prelados advirtieron que el suicidio asistido legalmente puede llevar a la promoción de la idea de que "un individuo puede perder su valor y valía".

Además, defendieron especialmente a los ancianos y a los discapacitados, señalando que el proyecto de ley podría hacer que estos grupos vulnerables se sientan como si tuvieran el "deber de morir".

"Cuando las personas mayores y discapacitadas expresan su preocupación por ser una carga, la respuesta adecuada no es sugerir que tienen el deber de morir; más bien, es comprometerse a satisfacer sus necesidades y brindarles la atención y la compasión necesarias para ayudarlos a vivir", exrpresaron.

Los obispos continuaron: "Si Escocia establece la provisión de muerte a pedido y esto se convierte en una práctica normal, ¿cómo ese horizonte no se convertirá en una expectativa cultural para los vulnerables, incluidos los ancianos, los discapacitados y los solitarios?"

La declaración continuó calificando de erróneas las opiniones de los defensores de la legislación, señalando que quienes creen que la eutanasia es compasiva tienen una "falsa comprensión de la compasión". En ese sentido, subrayaron las orientaciones de la Iglesia Católica sobre la compasión, según las cuales se nos llama a "abrazar a los enfermos" y ofrecerles apoyo para vivir, en lugar de morir.

En un esfuerzo por ilustrar los peligros sobre la eutanasia, señalaron lo que ha ocurrido en otros países ,en los que la legislación sobre la muerte asistida ha crecido mucho más de lo que se aprobó en un principio, como Canadá, los Países Bajos y Oregon (EE.UU.). La carta señala que no hay forma de evitar la expansión futura de dichas leyes, que a menudo se extienden a las personas con enfermedades mentales. 

En la conclusión de la carta, los obispos escribieron: "El suicidio asistido socava la prevención del suicidio, la prestación de cuidados paliativos, la confianza en los médicos y presiona a las personas vulnerables para que acaben con sus vidas de forma prematura", y añadieron: "Los pobres y los vulnerables ya están luchando por vivir. Los parlamentarios de Escocia deberían ofrecerles atención y apoyo para vivir, no una mezcla de medicamentos para morir. Matar no es la solución a la mala salud, la pobreza o cualquier otro problema social. El Estado debería apoyar la prestación de cuidados, no el asesinato deliberado para quienes están al final de la vida".+