Jueves 26 de diciembre de 2024

Entrevista del semanario jesuita "América" al Papa

  • 28 de noviembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Durante el reportaje, Francisco habló sobre la división en la iglesia, el papel de la mujer, el aborto, el ministerio de los obispos y la mediación en la guerra de Ucrania, entre otros temas.
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El papa Francisco concedió una amplia entrevista a los directivos del seminario jesuita "América", publicada este lunes 28 de noviembre, en la que denunció la creciente polarización dentro de la Iglesia Católica, afirmó la necesidad de involucrar a más mujeres en la administración de la iglesia (aunque descartó la ordenación de mujeres sacerdotes) y enfatizó la importancia del ministerio individual de los obispos por sobre el papel de las conferencias episcopales.

“Cuanta más polarización hay, más se pierde el espíritu católico y se cae en un espíritu sectario”, señaló el Santo Padre al semanario jesuita. “Lo que es católico no es 'o lo uno o lo otro', sino 'el uno y el otro', combinando diferencias”.

La entrevista fue realizada por los sacerdotes jesuitas Matt Malone y Sam Sawyer - los editores saliente y entrante de "América" respectivamente -; el editor ejecutivo, Kerry Weber; el corresponsal del Vaticano, Gerard O'Connell; y la presentadora del podcast; Gloria Purvis. Fundada por los jesuitas en 1909, esta es la primera oportunidad que tiene la revista de hablar cara a cara con el Papa. 

La felicidad del Papa
Desde el inicio de la entrevista, el Papa apareció siempre alegre, feliz, incluso en medio de las menciones a las crisis y los problemas, lo que hace preguntar a los entrevistadores: "¿Qué lo hace tan feliz, tan sereno y gozoso en su ministerio?".

Francisco respondió que, cuando está con la gente, siempre está feliz. Dijo también que, una de las cosas que le cuesta como Papa, es no poder andar por la calle, encontrarse con la gente, porque no puede salir, ya que ir por la calle es imposible para él. "Pero no diré que soy feliz porque tenga buena salud -prosiguió-, o porque coma bien, o porque duerma bien, o porque rece mucho. Soy feliz porque me siento feliz, Dios me hace feliz", dijo Francisco, y agregó que se confiesa cada 15 días.

El peligro de la polarización
Hablando entonces sobre el reduccionismo simplista que divide la realidad entre el bien y el mal, tema que el Papa abordó en su discurso ante el Congreso de los Estados Unidos hace siete años, dijo que la polarización no es católica. "El católico no puede pensar 'o uno o lo otro' ('aut... aut') y reducirlo todo a polarización. La esencia de lo católico es ambos ('et...et'). El catolicismo une lo bueno y lo no tan bueno. El pueblo de Dios es uno. Cuando hay polarización entra una mentalidad de división, que favorece a unos y deja fuera a otros. El catolicismo siempre está en armonía con las diferencias. Si miramos cómo obra el Espíritu Santo, primero hace un lío: pensemos en la mañana de Pentecostés, el lío que allí se hizo. Y luego Él trae armonía. El Espíritu Santo en la Iglesia no reduce todo a un solo valor, sino que hace armonía de las diferencias en los opuestos. Y ese es el espíritu católico".

Obispos y Conferencia episcopal
Luego respondió una pregunta sobre una encuesta realizada en 2021, acerca de en quiénes los católicos confiaban como sus líderes en la fe y la moral. De los grupos mencionados, la Conferencia de Obispos Católicos quedó en último lugar: solo el 20% de los católicos la consideró "muy creíble". En tanto, muchos católicos calificaron a sus obispos locales con el puntaje más alto: el 29% los describió como "muy confiables".

Francisco dijo que la pregunta era buena porque hablaba de los obispos, y agregó que es engañoso hacer la conexión entre los católicos y la Conferencia Episcopal. "La Conferencia Episcopal no es el pastor, el pastor es el obispo. Por lo tanto, existe el riesgo de disminuir la autoridad del obispo cuando se trata de una Conferencia Episcopal. La Conferencia Episcopal es para unir a los obispos, para trabajar juntos, para discutir temas, para hacer planes pastorales. Pero cada obispo es el pastor. Que no se licue el poder episcopal, reduciéndolo al poder de la Conferencia Episcopal. Porque ahí es donde pelean las tendencias, más de derecha, más de izquierda, más de aquí, más de allá, y de alguna manera no hay una responsabilidad de carne y hueso, como sí lo es la de un obispo con su pueblo, la de un pastor con su pueblo. Francisco señaló al respecto que Jesús no creó la conferencia de obispos".

El aborto: un tema pastoral, no político
Otro tema abordado durante la entrevista con la revista "América" fue el del aborto, un tema muy politizado en los Estados Unidos. Francisco señaló que, "en cualquier libro de embriología, se dice que un poco antes del mes de la concepción ya están delineados los órganos del feto pequeño y el ADN, aún antes de que la madre se dé cuenta. Por lo tanto, es un ser humano vivo. No digo una persona, porque hay debate sobre eso, sino un ser humano, dijo el Papa, quien se hizo dos preguntas: ¿es justo eliminar a un ser humano para solucionar un problema? Segunda pregunta: ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema? El problema es cuando esta realidad de matar a un ser humano se convierte en un problema político. O cuando un pastor de iglesia entra en una categorización política. Siempre que un problema pierde su aspecto pastoral –subrayó Francisco – ese problema se convierte en un problema político. Y se vuelve más político que pastoral. En otras palabras, que nadie se apropie de esaa verdad, que es universal. No pertenece a ninguna de las partes, es universal". 

"Cuando veo que un problema como este, que es un delito, adquiere una fuerte intensidad política, digo, hay una falta de pastoral en la manera de abordar este problema. En este problema del aborto, como en otros problemas, no debemos perder de vista la pastoral: un obispo es un pastor, una diócesis es el pueblo santo y fiel de Dios con su pastor. No podemos tratarlo como si fuera un asunto civil", afirmó. 

La Santa Sede, dispuesta a mediar entre Ucrania y Rusia
Preguntado sobre por qué no pronuncia el nombre de Putin, en sus referencias a la guerra en Ucrania, el pontífice respondió: “Cuando hablo de Ucrania, hablo del pueblo mártir, de un pueblo mártir. Si hay un pueblo martirizado, hay alguien que lo martiriza. Cuando hablo de Ucrania, hablo de crueldad, porque tengo mucha información sobre la crueldad de las tropas. Ciertamente, el invasor es el Estado ruso. Eso está claro. A veces trato de no especificar para no ofender y condenar en general, aunque se sepa a quién estoy condenando. No es necesario dar nombre y apellido”.

Francisco mencionó todo el trabajo diplomático que la Santa Sede viene haciendo dentro y fuera del Vaticano, a través de llamadas telefónicas y visitas de sus cardenales a Ucrania: ““La posición de la Santa Sede es buscar la paz y la comprensión. La diplomacia de la Santa Sede se mueve en esta dirección y, por supuesto, siempre está lista para mediar”, confirmó el Papa.

“También pensé en viajar -explicó, respondiendo a las preguntas de los periodistas-, pero tomé una decisión: si viajo, voy a Moscú y Kiev, a ambos, no a un solo lugar”. 

“Hablé con el presidente Zelensky tres veces por teléfono”, añadió Francisco: “Cuando recibí listas de prisioneros, tanto civiles como militares, las envié al gobierno ruso, y la respuesta siempre fue muy positiva. También mencioné que en estos días es el aniversario del Holodomor, el genocidio que Stalin cometió contra los ucranianos”.

El lugar de las mujeres en la Iglesia
Otro tema mencionado fue el de las mujeres y la razón por la cual no pueden ser ordenadas. Francisco respondió que es un “problema teológico”. “Creo que amputamos el ser de la Iglesia si sólo consideramos el camino de la ministerialidad. El camino no es la ministerialidad. La Iglesia es más que un ministerio, es todo el pueblo de Dios. La Iglesia es una mujer. La Iglesia es una esposa”.

El Papa explica que hay tres principios: el principio petrino, que es la ministerialidad. El principio mariano, que es el del desposorio de la Iglesia (“Es mariano porque María es superior a Pedro y marca toda esta línea mística de la Iglesia como mujer”). Y el principio administrativo, donde la Iglesia ya está comprometida con los cambios, como se viene promoviendo en la dirección vaticana.

“¿Por qué una mujer no puede entrar en ministerios de ordenación? Porque el principio petrino no lo previó. Sí, hay que estar en el principio mariano, que es lo más importante. La mujer es más, se parece más a la Iglesia, que es mujer y que es esposa”.

Francisco también respondió a quienes lo acusaban de ser socialista, comunista y marxista: “Trato de seguir el Evangelio. Estoy muy iluminado por las Bienaventuranzas, pero sobre todo por el protocolo por el cual seremos juzgados: Mateo 25. Tuve sed y me diste de beber, estuve en la cárcel y me visitaste, estuve enfermo y me cuidaste. ¿Era entonces Jesús comunista? El problema detrás de esto es el reduccionismo sociopolítico del mensaje evangélico. Detrás de Bienaventuranzas y de Mateo 25 hay un mensaje que es exclusivo de Jesús. Y esto es ser cristiano. Los comunistas nos robaron algunos valores cristianos (risas). Algunos otros, además, es un desastre lo que están haciendo".

En cuanto a China y el “silencio” sobre los derechos humanos, Francisco respondió que el problema no es el silencio, sino el diálogo: “Con China opté por el camino del diálogo. Es lento, tiene sus fracasos, tiene sus aciertos, pero no encuentro otro camino. El diálogo siempre abre puertas. Alguna vez...."

La entrevista terminó con una pregunta sobre sus 10 años de pontificado y qué habría hecho diferente, o si hay cosas de las que se arrepiente. La respuesta empezó en inglés: “All, all (todo, todo): todo diferente. Pero hice lo que el Espíritu Santo me decía que tenía que hacer. Y cuando no lo hice, me equivoqué”.+