Encuentro de formación y ejercicios espirituales del Instituto Cristífero
- 4 de agosto, 2022
- Azul (Buenos Aires) (AICA)
Participaron consagradas seculares y el tema de reflexión fue "La Sinodalidad en las Constituciones y Directorio del Instituto Cristífero". Predicó el retiro el asesor, presbítero Enrique Lafforque.
Las consagradas seculares del Instituto Cristífero tuvieron del 17 al 23 de julio su encuentro de formación y ejercicios espirituales, que se constituyó en el retorno a la modalidad presencial “tan necesaria como fecunda en el sentido comunitario y fraterno” tras dos años de restricciones por la pandemia.
Del encuentro participaron cristíferas que viven en diferentes ciudades y provincias del país, y se hizo presente el obispo de Azul, monseñor Hugo Manuel Salaberry SJ, quien presidió la celebración eucarística.
El espacio estuvo animado en los primeros días por la presidenta del instituto, María Beatriz Pérez y la provincial de Argentina Sur, Stella Lavacara, quienes guiaron la reflexión en torno a la Sinodalidad en las Constituciones y Directorio del Instituto Cristífero.
“Como encuadre inicial se presentó la sinodalidad como camino a través del cual la Iglesia, con ayuda del Espíritu Santo, puede renovarse”, explicaron las cristíferas a modo de balance, y recordaron: “Ya en el Concilio Vaticano II se proponía esta renovación que se fue concretando en diferentes opciones pastorales; entre las que se ponderan el protagonismo naciente de los institutos seculares”.
“En este sentido, es el Espíritu Santo quien viene a guiar nuestros pasos introduciendo vida y vitalidad, en especial desde el carisma fundacional que hemos recibido. Pensando nuestra realidad actual como célula de la Iglesia, nuestra misión se presenta en y desde una sociedad compleja, dinámica y sumergida muchas veces en procesos de deshumanización; esto nos exige pensar nuestra opción a este caminar juntos en todos los niveles como consagradas en el mundo y sin dejar a nadie afuera”.
Las cristíferas señalaron que la invitación es a “comprender la sinodalidad como un estado y no como una coyuntura, así como nuestra consagración es un estado de vida, con el sentido profundo del Reino de Dios y con la característica trinitaria de la fraternidad”.
Los días de retiro estuvieron animados por el padre Enrique Lafforgue, asesor del Instituto Cristífero. En sintonía con los días de formación, la meditación se inicio con un texto bíblico emblemático de María y que refleja claramente los rasgos nacientes de la sinodalidad de los primeros cristianos: el relato de Pentecostés, en el que se presenta a un grupo de discípulos reunido en oración y al que el Espíritu Santo pone en la dinámica de comunión.
“La imagen de María como mujer en actitud de escucha orante, de salida-misión al encuentro y servicio de su prima Isabel y en clara opción de comunión, unida a la confianza depositada en el Señor frente a situaciones concretas que le tocó vivir, lleva a meditar sobre la vivencia de nuestra entrega cotidiana al Dios-Amor que escucha, que se hace compañero y Maestro en camino, y nos invita a renovar nuestra consagración secular desde una irrenunciable consagración de las realidades temporales, deseo vocacional que se va cultivando en el corazón de cada cristífera”.
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