Mons. Olivera: El sufrimiento suele ser un lugar de encuentro con Dios

Mensaje de Mons. Santiago Olivera al personal de Salud con motivo de la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de la Sanidad Castrense.

“No podemos dejar de pensar y rezar por aquellos hermanos y hermanas nuestros que entregan su vida en lo cotidiano atendiendo a los enfermos y particularmente a los que están padeciendo las consecuencias del coronavirus”, expresó el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, en un videomensaje con motivo de la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de la Sanidad castrense, celebrada este domingo 27 de junio.

Monseñor Olivera subrayó que “rezamos por ellos pero lo hacemos con mucha gratitud, por la entrega diaria, por esa ofrenda de la propia vida que hacen”, destacó el prelado.

Explicando el mensaje profundo que encierra la imagen de la Virgen, bajo el título de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el obispo castrense señaló que “sin lugar a dudas es una imagen que nos consuela”. 

El obispo describió la imagen de la Madre de Dios, a la que se le anuncia la Pasión de su hijo, en las figuras de los dos arcángeles que la escoltan portando los instrumentos de la Pasión de Jesucristo y en la mirada tierna y con cierto temor en el rostro de la Virgen y sus manos que aprietan las manos de Niño. 

Y tras mencionar que “hace años que la tenemos como patrona”, reflexionó que “en estos tiempos sabemos que el dolor humano tiene una dimensión que nos es propia y exclusiva. Porque nosotros los hombres y mujeres sabemos que sufrimos, somos conscientes del sufrimiento, y ahí puede surgir esta pregunta del “porqué”. 

“Y en el porqué, hay respeto y hay temor, como decía el decreto cuando se instauró esta fecha en nuestra diócesis, podemos preguntarnos con cierta rebeldía el “por qué a mí”.

Monseñor Olivera explicó que “la pregunta se la dirigimos a Dios. El sufrimiento llega a ser casi siempre un lugar de encuentro con Dios. A veces hasta con enfrentamientos, pero el dolor muchas veces contribuye a la maduración de la persona y aprendemos a darle el valor que realmente tienen las cosas”.

El prelado alentó a acudir a la Nuestra Madre pidiéndole “que nos ayude en este tiempo frente a  la pandemia, frente a la posibilidad de la muerte y del contagio, a rezar y confiar en el plan de Dios, sabiéndonos verdaderamente peregrinos, al saber que acá estamos de paso, y que nuestra Patria y Casa definitivas es justamente estar un día junto a nuestro Padre Dios, contemplando también a su Hijo Jesucristo y a María Santísima”.

El obispo castrense concluyó implorando a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de la Sanidad castrense, que proteja con su manto, con su corazón tierno y de madre a todos los enfermeros, médicos y a todos los que trabajan en nuestros hospitales, en nuestras realidades sanitarias para que experimenten el amor y la cercanía de un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, que María los cubra con su manto”.+