Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Olivera: 'Rezar por alguien es reconocer su valor fundamental'

  • 6 de noviembre, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad presidió la misa por los Fieles Difuntos en la catedral Stella Maris, sede del ordinariato, donde valoró también la fe en la resurrección.
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El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de la Argentina, monseñor Santiago Olivera, presidió el lunes 4 de noviembre la misa por los fieles difuntos en la catedral Stella Maris, ubicada en el barrio porteño de Retiro y sede del ordinariato.

Los capellanes castrenses de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Federales de Seguridad concelebraron la Eucaristía, de la que participaron además el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Xavier Julián Isaac; el jefe del Estado Mayor General de la Armada Argentina, vicealmirante Carlos María Allievi; el subjefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier mayor Néstor Guajardo; los generales de Brigada, Gustavo Re, Roberto Herrera Rolando Senmartin (los tres en representación del Ejército Argentino); el subdirector nacional de Gendarmería, comandante general D. Javier Reniero; el prefecto general de la Prefectura Nacional, Alejandro Annichini;y la directora general de Planificación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Carolina Estebarena.

En la homilía, monseñor Olivera señaló: "Realizamos un acto de justicia, al recordar a aquellos hermanos nuestros que se nos han adelantado y han vivido su propia pascua en acto de servicio". Y añadió: "Escuchamos recién las palabras de la guía de esta santa misa, que nos dijo entre otras cosas: 'Uno de los valores de gran importancia en nuestras queridas instituciones es el recuerdo de aquellos que han dado su vida por Dios y por la Patria'. Signo de ello es que, siempre, todo acto institucional cuenta con un homenaje a los caídos de todos los tiempos".

"Es la fe la que hace descubrir esta solidaridad fundamental del pueblo de Dios", planteó, y consideró: "El creyente es un hombre realista. Su fe en Dios proyecta una potente luz sobre la naturaleza humana y descubre no sólo su dignidad, sino también sus limitaciones. No se engaña con honras fúnebres que sólo honran parte de la realidad. El creyente honra a sus difuntos cuando ora por ellos o cuando les pide su intercesión. Rezar por alguien es reconocer su valor fundamental y desearle lo mejor. No acepta el creyente que el hombre, imagen y semejanza de Dios, se disuelva en la nada, ni que el Padre deje morir a sus hijos para siempre".

A su vez, señaló que "nosotros nos sumamos a esa fe, pero iluminada por el gran acontecimiento Pascual por el cual Cristo venció a la muerte con su propia muerte y, con su Resurrección, nos ganó la vida para siempre". Y agregó: "Estamos transitando el camino al Jubileo Diocesano del 2027, en el año de la fe. Creemos y le pedimos al Señor que nos aumente la fe".

El prelado concluyó indicando que "Jesús nos recuerda la clave de nuestra fe: Él es la resurrección y la vida, los que creen en Él, aunque mueran vivirán y, los que creemos en Él, no moriremos para siempre. En este día, en que conmemoramos a todos los fieles difuntos, se nos invita a renovar la propia fe. Y porque rezamos por ellos, anunciamos nuestra fe en la Vida eterna. El Señor es nuestra Luz, que ilumina siempre".+