El Papa recordó su reciente viaje a Hungría

Durante su audiencia general, el pontífice repasó su visita de tres días a Budapest y rindió homenaje al pueblo húngaro, por su arraigo en la fe y su papel como "constructor de puentes de paz"

“El destino de Hungría fue moldeado por muchos santos y una población justa: personas cuyos testimonios de fe dieron apoyo y consuelo, especialmente en las horas oscuras de la historia”, recordó este miércoles 3 de mayo el papa Francisco durante la audiencia general, en la que agradeció el afecto del pueblo húngaro durante su reciente visita a Budapest: "Un país valiente y rico de memoria", expresó.

En sus palabras, dirigidas a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro provenientes de todo el mundo, el Santo Padre rindió homenaje a los húngaros y a las profundas raíces de su fe.

En ese sentido, señaló: “Durante la persecución atea del siglo XX, los cristianos fueron allí brutalmente oprimidos, con obispos, sacerdotes, religiosos y laicos asesinados o privados de su libertad. Pero, aunque se intentó cortar el árbol de la fe, las raíces permanecieron intactas: había una iglesia escondida, pero viva, fuerte, con el poder del Evangelio. En Hungría, la opresión comunista fue precedida por la opresión nazi, con la trágica deportación de gran parte de la población judía. Pero en este cruel genocidio, muchos se destacaron por su resistencia y su capacidad para proteger a las víctimas, y esto fue posible precisamente porque las raíces de la convivencia eran sólidas”.

"Toda Europa está en crisis"
Francisco ve la libertad amenazada hoy por el consumismo materialista y el egoísmo hedonista. Tendencias que cada vez más dejan caer en el olvido valores tan importantes como la comunidad, la familia y una visión compartida.

"Cuando lo único que importa es pensar en uno mismo y hacer lo que te gusta, entonces las raíces se sofocan. Es un problema que afecta a toda Europa, donde la devoción por los demás, el sentido de comunidad, la belleza de soñar juntos y la creación de familias numerosas están en profunda crisis”, señaló. 

Y añadió: “Toda Europa está en crisis. Así que pensemos en lo importante que es mantener nuestras raíces, porque sólo profundizándolas las ramas crecerán hacia arriba y darán fruto. Cada uno de nosotros también puede preguntarse como pueblo: ¿cuáles son las raíces más importantes de mi vida? ¿Dónde estoy arraigado? ¿Lo recuerdo, lo cuido?”.

Construyendo puentes: la vocación de Europa
Usando la imagen de los puentes, por los que Budapest es famosa, Francisco mostró cuán importante es construir puentes de paz: puentes entre pueblos, puentes para personas que huyen, entre generaciones y también en la Iglesia, puentes entre personas de diferentes confesiones, puentes a un futuro de unidad y paz.

Dijo al respecto Francisco.“Esta es de manera especial la vocación de Europa, comprometida como constructora de puentes de paz, para abrazar las diferencias y acoger a todos los que llaman a sus puertas. Agradable en ese sentido es el puente humanitario creado para tantos refugiados de la vecina Ucrania. Personas que pude conocer y por las que también tuve la oportunidad de admirar la gran red de caridad de la Iglesia húngara”.

María la reina
“Finalmente, a principios de mayo, me gustaría recordarles que los húngaros son muy devotos de la Santa Madre de Dios. Consagrada por su primer rey, San Esteban, como Madre de Dios, se dirigen a ella con respeto, llamándola no por su nombre sino por el título de Reina. Así que encomendemos este amado país a la Reina de Hungría; encomendemos a la Reina de la Paz la construcción de puentes en el mundo; y encomendemos nuestros corazones a la Reina del Cielo, a quien alabamos en este tiempo pascual, para que todos permanezcan arraigados en el amor de Dios”, concluyó el Papa su catequesis.+