El Papa instituyó un nuevo curso sobre "Ciencias de la Paz"
- 12 de noviembre, 2018
- Ciudad del Vaticano
Con motivo de la inauguración del año académico y de la institución del nuevo curso de estudios en "Ciencias de la Paz", el papa Francisco dirigió una carta al Gran Canciller de la Pontificia Universidad Lateranense, cardenal Angelo De Donatis, en la que expresó que "la Iglesia, a la luz del Evangelio, se siente llamada a inspirar y apoyar cada iniciativa que asegure a los diferentes pueblos y países un camino de paz".
"Esta intención ?escribe el Santo Padre- presupone sobre todo un esfuerzo educativo para escuchar y comprender, pero también para conocer y estudiar el patrimonio de valores, nociones y herramientas capaces de romper las tendencias al aislamiento, al cierre y a lógicas de poder que son portadoras de violencia y destrucción. Los medios de conciliación, las formas de justicia transicional, las garantías de desarrollo sostenible, la protección y la custodia de la creación son, hoy en día, algunas de las herramientas capaces de allanar el camino para la solución pacífica de los conflictos, romper los afanes de carrera y de llegar a posiciones dominantes, para formar así personas dedicadas sin reservas al servicio de la causa del hombre".
El pontífice señaló que "en la búsqueda de este objetivo, juega un papel central el mundo universitario, lugar simbólico de ese humanismo integral que continuamente necesita ser renovado y enriquecido, para que pueda producir una renovación cultural valiente como exige el momento presente".
"Este ciertamente no significa alterar el sentido institucional y las tradiciones consolidadas de nuestras realidades académicas, sino más bien orientar su función en la perspectiva de una Iglesia más marcadamente ?en salida? y misionera", indicó Francisco en su misiva.
Francisco propone "enfrentar los desafíos del mundo contemporáneo con una capacidad de respuesta adecuada en los contenidos y compatible en el lenguaje, sobre todo al dirigirse a las nuevas generaciones. Ésta es, pues, la tarea que nos ha sido encomendada: encarnar la Palabra de Dios para la Iglesia y para la humanidad del tercer milenio. Y al hacerlo, es importante que los estudiantes y docentes se sientan como peregrinos llamados a anunciar la Buena Nueva a todos los pueblos, sin tener miedo de arriesgar y de soñar con la paz para todas las personas y todas las naciones".
"Por lo tanto, animado por el deseo de trasladar al campo académico este patrimonio de valores y acciones, instituyo en esta Universidad Pontificia, que participa específicamente en la misión del obispo de Roma, un ciclo de estudios de Ciencias de la Paz, como itinerario académico en el que concurren los ámbitos teológicos, filosóficos, jurídicos, económicos y sociales según el criterio de la inter y la transdisciplinariedad".
La estructura curricular ?señaló el Papa en la carta- se servirá del concurso de las enseñanzas impartidas por las facultades e institutos de la Universidad Lateranense para otorgar los grados académicos de bachillerato y licenciatura al concluir, respectivamente, un primer ciclo de tres años y un curso de especialización de dos años.
El pontífice confía en que el nuevo curso de estudios garantice una formación científica específica de sacerdotes, personas consagradas y laicos e invita a participar a "obispos diocesanos, ordinarios militares, conferencias episcopales, superiores y superiores de las diversas formas de vida consagrada, responsables de asociaciones y movimientos laicos, y todos los que lo deseen para promover una preparación adecuada de artífices de paz actuales y futuros".
Francisco espera que toda la comunidad universitaria lateranense -profesores, estudiantes y personal- "se sienta involucrada en arrojar las semillas de la cultura de la paz. Una tarea que comienza con la escucha, el profesionalismo y la dedicación, siempre acompañados por la humildad, la mansedumbre y la disposición a hacer todo para todos".
El Santo Padre pone "bajo la protección de mis dos santos predecesores, Juan XXIII y Pablo VI, verdaderos y propios heraldos de paz en el mundo y que tanto han contribuido al desarrollo del magisterio en este campo, este nuevo fruto de la solicitud de la Iglesia, confiándolo a María Reina de la Paz, para que nos ayude a comprender y vivir esa fraternidad que pide el corazón de su Hijo y de la cual se deriva la verdadera paz". +