El Papa en vuelo: En el confesionario entendí el drama del aborto
- 28 de enero, 2019
- Ciudad del Vaticano
En el vuelo de regreso a Roma, tras su visita apostólica a Panamá, con motivo de la 34ª Jornada Mundial de la Juventud, como ya es habitual, el pontífice respondió a las preguntas de algunos periodistas que lo acompañaban en el avión. Entre los temas a los que se refirió habló de Venezuela para la que pidió una solución pacífica. Sobre la reunión de febrero sobre el tema de los abusos, afirmó que "debemos tomar conciencia del drama y tener protocolos". También tuvo palabras sobre el drama del aborto y señaló que para comprender ese drama, hay que estar en el confesionario y ayudar a las mujeres a reconciliarse con el hijo no nacido.
Entre los temas a los que se refirió habló de Venezuela para la que pidió una solución pacífica: El derramamiento de sangre me asusta", dijo. Sobre el tema de los abusos, afirmó que en la reunión de febrero "debemos tomar conciencia del drama y tener protocolos, los obispos deben saber qué hacer".
También se refirió al drama del aborto y dijo que para comprender ese drama, hay que estar en el confesionario y ayudar a las mujeres a reconciliarse con el hijo no nacido. "A las mujeres que tienen esta angustia les digo: su hijo está en el cielo, hable con él, cántele la canción de cuna que no pudo cantarle".
Rueda de prensa en vuelo
El director interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, inició la rueda de prensa invitando al pontífice a que tome la palabra.
Francisco comenzó agradeciendo a los hombres de prensa por su trabajo. "Buenas tardes, y buen descanso, seguro que todos están cansados después de este viaje así de fuerte. Gracias por su trabajo. También para mí fueron cosas que no imaginaba. Sorpresas".
El pontífice destacó el testimonio de la chica hondureña, víctima del bullying, que cantó con una voz bellísima y una canción escrita por ella sobre este drama. El Papa comentó también que antes de salir de la nunciatura apostólica mantuvo un breve encuentro con gente de Unicef de Centroamérica, con el testimonio de dos chicas y de los que trabajan con ellos. "Escuché cosas que tocan el corazón. Ha sido un viaje fuerte".
La primera pregunta estuvo a cargo de los periodistas panameños, anfitriones del Encuentro, quienes preguntaron al Papa:
¿Cuál fue la misión del Papa en Panamá? ¿Qué le impactó? ¿Qué le movió? ¿Cumplió esa misión en la JMJ?
Mi misión en una Jornada de la Juventud es la misión de Pedro, confirmar en la fe. No con mandatos fríos, o preceptivos, sino dejándome tocar el corazón y respondiendo a lo que iba surgiendo. Yo no concibo, porque en mí lo vivo así, me cuesta pensar que alguien pueda cumplir una misión solo con la cabeza. Para cumplir una misión hay que sentir. Y cuando sentís, te golpean.
Te golpea la vida, te golpean los problemas. La misión siempre te involucra. Al menos a mí me involucra. Será porque soy tano, y me sale de adentro. Me involucra. Les digo siempre a los jóvenes: ustedes lo que tienen que hacer en la vida, lo tienen que hacer caminando y con los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de la mano. Y los tres lenguajes armónicos. De tal manera que piensan lo que sienten y lo que hagan, sientan lo que piensan y lo que hacen, hagan lo que sientan y piensan.
Yo no sé hacer un balance de la misión. Con todo esto siempre voy a la oración, y me quedo allí, delante del Señor. A veces me duermo delante del Señor, pero llevando todas estas cosas que he vivido en la misión. Y le pido que Él confirme en la fe a través de mí. Esto es cómo confirmo la misión del Papa, cómo la vivo yo. Hubo casos, por ejemplo, que se plantearon algunas dificultades de tipo dogmática. Y a mí no me sale contestarle sólo con la razón, me sale actuar de otra manera.
El termómetro de si un viaje llena las expectativas es el cansancio. Y estoy "refiltrado", dijo el Papa.
Embarazos precoces y educación sexual
El periodista Edwin Cabrera Uribe, de Radio Panamá, preguntó al Papa seguidamente sobre el drama de los embarazos precoces, señalando que "solamente en Panamá hubo 10 mil y tantos el año pasado, y en Centroamérica no ha sido diferente".
Me gustaría conocer la opinión del Papa Francisco sobre la educación sexual, preguntó
Yo creo que en las escuelas hay que dar educación sexual. El sexo es un don de Dios. No es el cuco. Es el don de Dios para amar. Que algunos te lo usan para ganar plata, para explotar a otros, es otro problema. Pero hay que dar educación sexual. Objetiva, como es sin colonizaciones ideológicas. Porque si de entrada le das una educación sexual llena de colonizaciones ideológicas destruís a la persona.
El sexo como don de Dios necesita ser educado. No con rigidez. Educar es sacar lo mejor de la persona, acompañarlo en el camino.
El problema es en los responsables de la educación, ya a nivel nacional, provincial o de cada unidad escolar, qué maestros escogen para esto o qué libros de texto, etc. Yo vi cualquier verdura de estos. Hay cosas realmente que maduran, y cosas que hacen daño. Pero creo que eso, no sé si es objetivo o no que no haya educación sexual en Panamá. Yo digo esto sin meterme en el problema político en Panamá: tiene que haber educación sexual en los chicos. Lo ideal es que empiecen en la casa, con los padres. No siempre es posible por tantas situaciones en las familias, o porque no saben cómo hacerlo. Entonces es la escuela que suple eso, porque si no, se crea un vacío que lo va a llenar cualquier ideología.
No eres católico si no das testimonio
A la pregunta sobre ¿cuáles son las dificultades y los motivos que alejan a los jóvenes de la Iglesia?, Francisco respondió:
Son tantos. Algunos son personales. Pero el más general, creo que el primero, es la falta de testimonio de los cristianos, de los sacerdotes, de los obispos, no digo de los papas porque es demasiado (ríe). Pero también. La falta de testimonio. Si un pastor es empresario o es organizador de un plan pastoral, si un pastor no es cercano a la gente, este pastor no da testimonio de pastor. El pastor debe estar con la gente. Pastor de la grey.
El pastor debe estar adelante de la grey, para marcar el camino, en medio a la grey para sentir el olor de la gente y entender qué siente, qué necesita, cómo siente, y detrás de la grey para custodiar la retaguardia.
Pero si un pastor no vive con pasión, la gente se siente abandonada, o con cierto sentido de desprecio, se siente huérfana. Y además de los pastores también los cristianos, los católicos, hipócritas, católicos hipócritas, que van todos los domingos a Misa pero no pagan lo que corresponde, pagan en negro, explotan a la gente, y después se van al Caribe, no solo a los papeles, sino de vacaciones, con la explotación de la gente. "No, yo soy católico, voy todos los domingos a misa pero", si tú haces esto, tú das un contratestimonio. Y esto, según mi opinión, es lo que más aleja a las personas de la Iglesia.
También los laicos, todos. No digas que eres católico si no das testimonio. Di que tienes educación católica, pero eres tibio, mundano. "Pido disculpa, pero no me miren a mí como ejemplo", esto se podría decir. Yo tengo miedo de los católicos así, que se creen perfectos. Pero la historia se repite, el mismo Jesús con los doctores de la ley: "Te agradezco Señor porque no soy como estos, pobre pecador", no vale.
Esta es la falta de testimonio. Hay otros, dificultades personales, discusiones a veces, pero el más general es ese.
El celibato es un don para la Iglesia
¿Usted permitiría, siguiendo el rito oriental, a hombres casados ser sacerdotes?, le preguntaron al pontífice.
Francisco respondió que la Iglesia Católica en el rito oriental pueden hacerlo. Se hace la opción al celibato o a casarse antes del diaconado.
En el rito latino, me viene a la mente una frase de San Pablo VI "Prefiero dar la vida antes de cambiar la ley del celibato". En este momento esto me vino a la mente y quiero decirlo porque es una frase valiente y lo dijo en una época más difícil que esta. Personalmente, pienso que el celibato es un don para la Iglesia.
Segundo, yo no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional. No. Solamente, quedaría alguna posibilidad en los puestos lejanísimos, pienso en las islas del Pacífico, pero algo es pensar cuando hay necesidad pastoral, ahí el pastor debe pensar en los fieles.
Esto es una cosa en discusión entre teólogos, no es una decisión mía. Mi decisión es el celibato. El celibato opcional antes del diaconado, no. Cuestión mía, personal. Yo no lo haré. Esto queda claro. Soy cerrado, quizás. No me siento para ponerme frente a Dios con esta decisión.
El pontífice citó un libro del padre Lobinger sobre esta problemática de falta de sacerdotes en regiones apartadas: "¿Quien hace la Eucaristía? Esas comunidades, los organizadores de la comunidad son diáconos, religiosas o laicos. ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Es la tesis de él ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Pero que solo ejercite el munis (misión) santificante: es decir, que celebre la misa, que administre el Sacramento de la Reconciliación y dé la Unción de los Enfermos.
La ordenación sacerdotal tiene tres formas de tareas: el regendi, lo que manda el pastor, el docendi, lo que enseña; y el santificante, todo esto viene con el orden. Pero el obispo da la licencia solo para santificante. Esta es la tesis. El libro es interesante.
Quizá esto puede ayudar a pensar el problema. Yo creo que el problema tiene que ser abierto en este sentido. Donde hay un problema pastoral por la falta de sacerdote, no digo que se deba hacer, porque no reflexioné, no recé lo suficiente sobre esto, pero los teólogos deben estudiar. Por ejemplo.
Hablaba con un oficial de la Secretaría de Estado, un obispo que tuvo que trabajar en un país comunista al inicio de la revolución, cuando vieron cómo venía la revolución, en los años 50 más o menos: los obispos ordenaron a escondidas campesinos. Buenos, religiosos. Después, pasada la crisis, 30 años después, la cosa se resolvió, y él me decía la emoción que tuvo cuando en una concelebración veía a estos hermanos campesinos con las manos de campesinos revestirse con el alba para concelebrar con los obispos. En la historia de la Iglesia, esto se dio. Es algo para pensar y para rezar.
El drama del aborto en el confesionario
Preguntado sobre el drama del aborto y si la defensa de la vida en el vientre materno también incluye el sufrimiento de las mujeres en estas situaciones y si corresponde con su mensaje de la misericordia. El papa Francisco respondió:
El mensaje de la misericordia es para todos, también para la persona humana en gestación. Es para todos. Después de haber hecho este fracaso, hay misericordia también.
Una misericordia difícil porque el problema no está en dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado. Son dramas terribles.
Una vez escuché a una doctora que hablaba de una teoría, no recuerdo bien, que una célula del feto apenas concebido va a la médula de la madre y allí hay una memoria física. Es una teoría, pero sirve para decir que una mujer, cuando piensa en lo que hizo, yo te digo la verdad, hace falta estar en el confesionario, y ahí dar consuelo no puedo decir nada, sino muchas veces para que puedan encontrarse con el hijo.
Yo aconsejo muchas veces, cuando lloran y tienen esta angustia. Yo les digo que su hijo esté en el cielo, habla con él, cántale la canción que no pudiste cantarle. Y ahí se da una reconciliación de la madre con el hijo, Dios ya ha perdonado. Dios perdona siempre. La misericordia es algo que ella debe elaborar también.
El drama del aborto, para entenderlo bien, hace falta estar en un confesionario. Es terrible.
Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela
Yo apoyo en este momento a todo el pueblo venezolano porque es un pueblo que está sufriendo. Incluso los que están de una parte y de otra. Todo el pueblo sufre. Y si yo entrara a decir "háganle caso a estos países, háganle caso a estos otros que dicen esto", me metería en un papel que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño.
Las palabras las pensé, las repensé, y creo que con esto expresé mi cercanía, lo que siento. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo, no sé, tampoco decir ponerse de acuerdo está bien. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? el derramamiento de sangre. Y ahí también pido grandeza para ayudar a los que pueden ayudar a resolver el problema.
El problema de la violencia, a mí me aterra. Después de todo el esfuerzo hecho en Colombia, lo que pasó en la escuela de cadetes el otro día fue terrorífico. No es solución la sangre. Por eso tengo que ser -no me gusta la palabra- "equilibrado". Tengo que ser pastor, todos, a ver Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, la pidan. Eso creo.
La reunión de febrero y la crisis de los abusos
¿Cuáles son sus expectativas o esperanzas para el encuentro de febrero para que la Iglesia pueda reconstruir la confianza entre los fieles y sus obispos?, le preguntaron al Papa continuación:
La idea de esto nació en el G9. Nosotros ahí veíamos que algunos obispos no entendían bien o no sabían qué hacer o hacían una cosa buena y otra equivocada. Sentimos la responsabilidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales, y por eso se llama a los presidentes. Una catequesis que en primer lugar, se tome conciencia del drama.
¿Qué es un niño abusado? Yo recibo con regularidad a gente abusada. Recuerdo a uno, de 40 años que no podía rezar. Es terrible el sufrimiento. Primero, que sean conscientes de esto.
Segundo, que sepan qué se debe hacer, el procedimiento. Porque a veces el obispo no sabe qué hacer, es algo que creció muy fuerte pero no llegó a todos los ángulos, digamos así. Y después, que se hagan programas generales pero que lleguen a todas las conferencias episcopales. Qué tiene que hacer el obispo, qué cosa tiene que hacer el arzobispo, el metropolitano, qué cosa debe hacer el presidente de la conferencia, pero que sea claro. De tal manera que haya protocolos que sean claros. Esto es lo principal.
Pero antes del qué se debe hacer, es lo que he dicho antes, ser conscientes. Allí se hará oración, habrá algún testimonio para ayudar a tomar consciencia, y luego alguna liturgia penitencial para pedir perdón por toda la Iglesia. Están trabajando bien en la preparación de esto.
Yo me permito decir que percibo una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos que digo, porque el problema de los abusos continuará. Es un problema humano. Humano en todos lados. Leí estadísticas el otro día, de aquellas estadísticas que dicen que el 50% es denunciado, el 20% escuchado y disminuye. Y terminaba así: el 5% es condenado. Es terrible. Terrible.
Es un drama humano del que tenemos que tomar consciencia. Incluso nosotros, resolviendo el problema en la iglesia, pero tomando conciencia ayudaremos a resolverlo en la sociedad, en las familias. Donde la vergüenza hace encubrir todo y la víctima, y tantas otras cosas, no sé. Pero primero debemos tomar conciencia, tener los protocolos, y seguir adelante.
Los migrantes
Preguntado sobre la problemática de los migrantes el Santo Padre expresó: El problema de los migrantes es muy complejo, muy complejo. Es un problema que requiere memoria, preguntarse si mi patria estuvo hecha de migrantes. Nosotros, los argentinos, todos migrantes. Estados Unidos, todos migrantes. Memoria. Un obispo o cardenal no recuerdo, escribió un artículo bellísimo, "Un problema de falta de memoria", se llamaba.
Después, las palabras que yo uso: "recibir". El corazón abierto para recibir, acoger, acompañar, hacer crecer, e integrar. Y también digo: el gobernante tiene que usar la prudencia, porque la prudencia es la virtud del gobernante. Esto lo dije aquí en el último vuelo.
Es una ecuación difícil. Me viene a la mente el ejemplo sueco que en los años 70, con las dictaduras, el operativo Cóndor, en América Latina recibió a tantos, tantos, pero todos integrados. También veo qué hace San Egidio, por ejemplo: integra inmediatamente. Los suecos dijeron "esperen, porque no podemos terminar el camino". Esta es la prudencia del gobernante.
Es un tema de caridad, de amor, de solidaridad. Y yo reitero que las naciones más generosas, en recibir, en lo otro no todas pueden, fueron Italia y Grecia, y Turquí un poco. Pero Grecia, fue muy generosa, e Italia también.
Cuando fui a Lampedusa era el inicio. Pero es verdad que se debe pensar realísticamente. Después hay otra cosa importante para tener en cuenta: un modo de resolver el problema de la migración es ayudar a los países de donde vienen. Los migrantes vienen por hambre o por guerra. Invertir donde hay hambre. Europa es capaz de hacerlo, es un modo de ayudar a crecer.
Es un problema complejo del cual se debe hablar sin prejuicios. Todas estas cosas me vienen en mente.
El orgullo de Panamá
El pontífice concluyó su charla con los periodistas dirigiendo unas últimas palabras sobre Panamá: "Sentí un sentimiento nuevo, yo conozco América Latina, pero no Panamá. Panamá es una nación noble. Yo encontré nobleza".
Y agregó: ¿Cual es el orgullo de los panameños: alzar a los hijos y dicen esta es mi victoria, mi futuro, mi orgullo. Una cosa que en Europa no vemos. Este invierno demográfico que estamos viviendo en Europa, en Italia, bajo cero, nos debe hacer pensar. ¿Cuál es mi orgullo? ¿El turismo, la villa, el cachorro, o alzar un hijo? +.