El Papa a los Padres Marianos: "Sigan el camino de Dios: cercanía, misericordia y ternura"
- 17 de febrero, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Un sacerdote debe ser cercano, misericordioso, perdonar todo y ser tierno, no agresivo, sino caritativo, paciente", aconsejó Francisco a los participantes al Capítulo General de los Padres Marianos.
El papa Francisco recibió hoy, 17 de febrero, a los participantes del capítulo general de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, en el año que la Congregación celebra el 350 aniversario de su fundación en Cracovia, Polonia, en diciembre de 1670 por San Estalislao de Jesús y María.
El pontífice recordó a los presentes que San Estanislao pasó por muchas dificultades para fundar la Congregación, pero no se dio por vencido, porque confió “en el poder del Espíritu Santo”. Y precisamente para “subrayar este legado que les dejó su tenacidad, quisiera recordar -prosiguió el Papa- tres líneas principales de su espiritualidad, todas marcadas por un vivo dinamismo ascético y pastoral: el amor a la Virgen María, la oración del sufragio y el cuidado de los pobres”.
Amor a la Virgen María
“Ante todo, el amor a María”. Francisco recordó lo que enseña san Estanislao sobre la devoción mariana: “para él, el culto principal de María Inmaculada es la imitación de su vida evangélica. Esto es importante, porque la verdadera devoción a la Madre del Señor se nutre y crece en la escucha y meditación de la Palabra de Dios: María es la Mujer del Evangelio”
Hablando del segundo aspecto, la oración del sufragio, dijo el Papa “que caracteriza la dimensión escatológica de su Congregación". San Estanislao inserta en esta visión del último horizonte, la oración en particular por dos grandes grupos de personas de su tiempo, los soldados muertos en la guerra y los muertos por la peste", explicó el Papa y recordó que en ese momento el 60% de la población europea estaba exterminada por guerras y epidemias.
Y la tercera línea de su espiritualidad, “es la atención a los pobres, particularmente en apoyo de los párrocos. Los Padres Marianos ayudaron así a dar respuesta a algunos problemas graves de la época: el debilitamiento de la fe y el estado de pobreza de una gran parte de la población”.
“Queridos hermanos, san Estanislao trazó líneas de espiritualidad y acción para su congregación que están bien encarnadas en la historia concreta de los hombres y mujeres de su tiempo”, de ahí que el Papa los alentó a que “continúen su trabajo respondiendo creativamente a los desafíos que también presenta nuestro tiempo”.
“No se desanimen por la oposición o las dificultades. ¡Piense en las grandes pruebas que su familia religiosa enfrentó a lo largo de los siglos, por ejemplo, cuando a principios del siglo XX se redujo a un solo miembro! “Con la ayuda de Dios se han recuperado, y hoy son quinientos religiosos, presentes en diecinueve países del mundo”.
Al respecto Francisco recordó al beato Jorge Matulaitis (1871-1927), clérigo, sacerdote, obispo y nuncio apostólico mariano en Lituania, que fue uno de los protagonistas del renacimiento de la Congregación. “Él supo restaurar la vitalidad de la comunidad, actualizando sus Constituciones y promoviendo su trabajo sin miedo, hasta el punto de pasar a la clandestinidad y correr el riesgo de la cárcel, sin renunciar nunca a promover la caridad y la unidad entre religiosos y fieles”, y los animó a "mantener viva la fidelidad a sus orígenes en este enfoque profético de hoy”.
Finalmente, el Santo Padre dijo que le gustaría concluir el encuentro “retomando tres títulos marianos con los que San Juan Pablo II invitaba al clero a venerar la Inmaculada Concepción: “María 'Trono de la Sabiduría', para que su testimonio evangélico sea firme y sólido María, 'Consoladora de los afligidos', para que los hombres de nuestro tiempo encuentren en ti amor y comprensión y sean atraídos hacia Dios por tu caridad y tu servicio desinteresado; María 'Madre de la Misericordia', para que sean ricos en compasión materna y por las almas redimidas por la sangre de Cristo y encomendadas a ustedes.
Francisco concluyó su discurso diciendo: “No olviden el estilo de Dios: cercanía, misericordia y ternura. Dios es así: es cercano, es misericordioso, es tierno. Este es nuestro Dios. Un religioso, un sacerdote, debe ser cercano, debe ser misericordioso, debe perdonar todo, ser tierno, no agresivo, caritativo, paciente”.+