Jueves 14 de noviembre de 2024

El Papa a la Oducal: 'Urge sanar las heridas de nuestra querida América Latina'

  • 4 de mayo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Santo Padre recibió hoy a la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe, que abarca a un millón y medio de estudiantes.
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“Necesitamos espíritus, corazones y manos que estén al día con la realidad y que no sufran de estrecheces ideológicas”, exhortó el papa Francisco, y añadió que urge “sanar las heridas de nuestra querida América Latina, donde los ricos son siempre más ricos y los pobres cada vez más pobres". Fue este jueves 4 de mayo, al dirigirse a los participantes de un congreso de la Organización de Universidades Católicas de Latinoamérica y el Caribe (Oducal), a los que recibió en el Vaticano. 

En su intervención, el pontífice deseó que los ateneos, como instituciones académicas particulares y como redes de universidades católicas, puedan convertirse en centros de investigación valorados en todo el mundo y también así formar mentes misioneras.

Setenta años de existencia, 115 universidades, 1,5 millones de estudiantes, más de 110.000 profesores, más de 5.000 programas académicos: esta es hoy la realidad de Oducal, fundada en Chile y recibida hoy por el Santo Padre.

Escuchar las alegrías y los dolores
Después de enumerar algunos de los desafíos que enfrenta la región sudamericana, Francisco se centró en el significado del adjetivo “católico”. “Su tarea es ayudar a formar mentes católicas, capaces de mirar no solo el objeto de su interés”, recordó a los representantes de las universidades confesionales.

En efecto, “una mirada extremadamente precisa y focalizada puede volverse fija, congelada y excluyente”. Por el contrario, "ser 'católico' significa tener una visión panorámica del misterio de Cristo y del mundo, del misterio del hombre y de la mujer". 

“Necesitamos mentes, corazones, manos a la altura del panorama de la realidad”, sin ideologías, estimó el Papa. Por lo tanto, los estudiantes y profesores deben tener en cuenta "el todo de la condición existencial y no una sola parte -alegría o tristeza-, porque en cada una de ellas reside la gloria de Dios". También se trata de encontrar el equilibrio adecuado, para que ni el dolor ni la alegría abrumen al otro.

“Ustedes son universitarios y universitarias con una visión amplia, así que sean 'católicos' sin ser 'sectarios'", pidió Francisco a los integrantes de la Oducal.

El Santo Padre dijo entonces que estaba "convencido de que la catolicidad de la mente, del corazón y de las manos, promovida por las universidades y la Oducal, puede dar una contribución decisiva a la curación de las heridas tan dolorosas que ofenden hoy a nuestra querida América Latina, donde los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres". “Aviven el fuego encendido por Dios en América Latina”, los animó.

Abre tu inteligencia
Francisco también invitó a las universidades de la Oducal a seguir participando en el Pacto Educativo Mundial, que él mismo lanzó en 2019. Este pacto, explicó, favorece en particular la dimensión misionera. “Una universidad católica debe ser misionera, es decir, de puertas abiertas al exterior, porque la misión es la inspiración, el motor, el esfuerzo y la recompensa de toda la Iglesia”, estimó. Permite formar personas para escuchar la diversidad de los pueblos.

“Si tuviera que traducir la palabra 'misión' en el mundo académico usaría la palabra 'investigación'. El investigador tiene el espíritu y el corazón de un misionero”, agregó el Papa. 

“El misionero conoce la alegría del Evangelio y no puede esperar a que otros lo prueben”. Por tanto, está dispuesto a dejar sus hitos familiares para compartirlo, sin “presunción de saberlo todo”. 

El “misionero ama la reciprocidad: enseña y aprende, convencido de que todos tienen algo que enseñar”, continuó Francisco. “Entonces el buscador, si no está dispuesto a salir y aprender, renunciará a algún conocimiento maravilloso, mutilando así su propia inteligencia”. 

Finalmente el pontífice deseó que estas universidades sudamericanas puedan formar “espíritus misioneros”, al tiempo que se convierten en centros de investigación “de renombre mundial”.+