El Nacimiento de Cristo en las obras maestras de los Museos Vaticanos

Para el tiempo de Adviento, los Museos Vaticanos ofrecieron un itinerario especial a través de las colecciones más importantes relacionadas con la Navidad.

“Las obras maestras del arte sacro pueden ayudarnos a prepararnos para la Navidad”, asegura la hermana Emanuela Edwards, responsable de los proyectos educativos en los Museos Vaticanos, que todos los sábados, durante el Adviento, ofrece un recorrido especial navideño por las colecciones de los Museos Vaticanos.

“Aunque este año se cumplen 800 años desde que se creó el primer pesebre viviente en Greccio, los cristianos siempre han celebrado la Navidad, y los artistas de todas las épocas se han sentido fascinados con este tema", recordó.

“A través de la contemplación de las obras de arte, los acontecimientos del nacimiento del Señor llegan de manera más real a nuestra mente y a nuestro corazón, haciendo que este misterio sea central, no sólo en nuestra fe, sino también en nuestra vida”, declaró la religiosa a los medios vaticanos.

La hermana Emanuela destacó que “uno de los objetos más interesantes es una de las escenas navideñas más antiguas de la historia. Fue representado en un sarcófago del siglo IV, del que sólo se conserva un pequeño fragmento, pero alcanzamos a ver al Niño Jesús colocado en un pesebre, un buey, una estrella y a María. Se trata de una obra importante, porque confirma que los primeros cristianos celebraban la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor. Y esto también demuestra que los belenes estaban presentes mucho antes de que San Francisco preparara un pesebre viviente en Greccio”. 

En la Pinacoteca, merece la pena prestar especial atención a "La Adoración de los Pastores" de Bartolo di Fredi, del siglo XIV, que tiene una iconografía muy interesante: el Niño Jesús no yace en un pesebre sino en un sarcófago, y está envuelto en un sudario. María está vestida de negro, como de luto. ¿Por qué? Esta escena está a la sombra de la Cruz, porque nuestro Señor nació para morir por la Redención del mundo. Hay alegría teñida de tristeza en esta interesante obra. Nos anima a meditar en el hecho de que este Niño tiene una misión y el cielo, representado por los ángeles, se alegra de ese acontecimiento. 

Vemos otra Adoración de los Pastores en un tapiz de la escuela de Rafael. Es una escena familiar, íntima. San José les señala a los visitantes la presencia del Niño Jesús, a quien los pastores le llevan sus sencillos regalos. Lo interesante es que la luz de Cristo ilumina todo el establo. Él es la fuente de luz en esta escena, porque, como leemos en el Evangelio de san Juan, Él es la luz del mundo", dijo la hermana Edwards.+